Mozambique empieza a reclutar a participantes del ensayo clínico ANTICOV, que probará tratamientos precoces contra la COVID-19
Disponer de fármacos que eviten hospitalizaciones masivas constituye una prioridad para el continente africano
27.07.2021Los dos centros de Mozambique con los que trabaja ISGlobal para el gran ensayo clínico ANTICOV han empezado a reclutar participantes siguiendo los pasos de la República Democrática del Congo (RDC), Ghana, Guinea, Kenia y Mali. El objetivo del ensayo, que se lleva a cabo en 13 países africanos, es encontrar un tratamiento efectivo que evite el empeoramiento en pacientes con síntomas leves o moderados de COVID-19.
ANTICOV se propone probar diferentes tratamientos. Uno de ellos es la combinación de nitazoxanida y ciclesonida. La nitazoxanida es un fármaco muy conocido como antiparasitario, que se administraría por su potencial efecto antiviral, y la ciclesonida es un corticosteroide que se inhala y que tiene un efecto antiinflamatorio. Ambos medicamentos ya se comercializan, resultan asequibles y se administran de forma fácil y segura.
Tanto el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) como el Centro de Investigación y Formación Sanitaria Polana Caniço (CISPOC, afiliado al Instituto Nacional de Salud), están acelerando el proceso de reclutamiento ya que la incidencia de la COVID-19 aumenta rápidamente en Mozambique.
“Nos encontramos en pleno pico de COVID-19, con dos focos, uno en la capital, Maputo, y otro en la provincia noroccidental de Tete”, explica Patricia Pérez, pediatra y coordinadora de ANTICOV en Mozambique. La variante predominante es ya la delta, aunque persiste la sudafricana. Y solo el 1% de la población ha recibido la vacunación completa. “Con más de 1.000 casos diarios y entre 15 y 20 muertes al día, los servicios de diagnóstico empiezan a estar saturados, así como la disponibilidad de camas destinadas al tratamiento de pacientes con COVID-19 y el acceso al oxígeno”, prosigue.
Hay que tener en cuenta que las infraestructuras de cuidados intensivos en África son limitadas y los sistemas de salud, deficitarios y ya sometidos a presión por otras enfermedades infecciosas. “Además, el aislamiento físico y las cuarentenas resultan casi imposibles”, agrega Elisa López, co-investigadora principal de ANTICOV en Mozambique.
Tras Mozambique, se preparan para empezar a reclutar en breve Costa de Marfil, Etiopía y Burkina Faso. “Se espera que, entre todos los países, a finales de agosto se haya conseguido reunir a 300 participantes y que se den a conocer entonces los primeros resultados del ensayo”, adelanta Laura de la Fuente, project manager de ANTICOV en Mozambique.
En los próximos días se inciará también en el país el reclutamiento para el ensayo inmunológico que ISGlobal colidera junto al Instituto de Medicina Tropical de Amberes (ITM, Bélgica). Se trata de uno de los dos estudios ancilares de ANTICOV, que se llevará a cabo en seis países y tiene por objetivo analizar si los tratamientos que se testan en el ensayo clínico en pacientes con COVID-19 leve o moderada alteran la fuerza y la duración de la respuesta inmunitaria al SARS-CoV-2. “Saber cuánto dura la inmunidad resulta especialmente relevante en África, donde los niveles de vacunación son bajísimos”, afirma Gemma Moncunill, inmunóloga de ISGlobal y coordinadora científica del estudio.
Un consorcio de 26
ANTICOV es un consorcio integrado por 26 organizaciones de investigación y desarrollo destacadas, entre las cuales se encuentra ISGlobal, centro impulsado por la Fundación "la Caixa". El proyecto está coordinado por DNDi (Drugs for Neglected Diseases initiative, en castellano iniciativa Medicamentos para las Enfermedades Desatendidas). Se trata de un ensayo de “plataforma adaptativa”, flexible e innovador, que permite añadir o retirar tratamientos a medida que se obtiene mayor conocimiento sobre ellos.
La información para la selección de los fármacos que se prueban en el ensayo de ANTICOV se obtiene de revisiones realizadas por el grupo de trabajo de expertos de la Asociación terapéutica del Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (ACT-A) dirigido por Unitaid y Wellcome.
El consorcio ANTICOV está financiado principalmente por la agencia de salud global UNITAID, como parte de ACT-A, y por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania (BMBF) a través de KfW. Recibe también apoyo del Programa Europeo de Ensayos Clínicos en los Países en Desarrollo (EDCTP), la Starr International Foundation y la Stavros Niarchos Foundation (SNF).