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Investigación

Aumenta la aceptación de la vacuna COVID-19

Sin embargo, la falta de confianza en la ciencia y en la seguridad de la vacuna, así como al escepticismo sobre su eficacia siguen apareciendo como problemas relevantes

04.07.2022
vacunación, covid
Foto: Towfiqu barbhuiya en Unsplash

A pesar de un pequeño pero significativo aumento en la aceptación de la vacuna a nivel mundial -del 71,5% en junio de 2020 al 75,2% en junio de 2021-, las vacunas contra la COVID-19 siguen estando sujetas a percepciones erróneas acerca de su seguridad, eficacia y riesgos, así como a la desconfianza en las instituciones responsables de las campañas de vacunación, según un amplio estudio a nivel global publicado en Nature Communications.

Un equipo de investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), la Escuela de Salud Pública y Política Sanitaria de la City University of New York (CUNY SPH), la Universidad de Dalhousie y la Universidad de Calgary han evaluado la aceptación de las vacunas y han explorado las razones de la reticencia vacunal a nivel mundial. Para ello han encuestado a una muestra de 23.000 individuos de 23 países en junio de 2021.

“Hemos realizado este nuevo estudio para actualizar lo que aprendimos del que hicimos hace un año, antes de que las vacunas estuvieran disponibles. Los doce meses intermedios han sido un periodo en el que ha habido una oferta sustancial de vacunas contra la COVID-19, pero cuyo acceso y aceptación han sido desiguales ", comenta Jeffrey Lazarus, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio. "Nuestro estudio anterior básicamente planteaba preguntas del tipo 'Qué pasaría si...' sobre la inmunización. La rápida autorización de las vacunas actuales hizo necesario realizar nuevas evaluaciones de los factores que impulsan la reticencia vacunal y las características de las personas que no se vacunan. Es alentador observar que la aceptación de las vacunas ha aumentado: el 75,2% de los encuestados en junio de 2021 se mostraron partidarios, frente al 71,5% de un año antes.

Las percepciones negativas sobre la seguridad de las vacunas, la confianza en la ciencia que sustenta el desarrollo de las mismas y su eficacia fueron los factores que con más consistencia se relacionan con la reticencia vacunal. Otros factores asociados a las dudas sobre la inmunización variaron según el país e incluyeron la experiencia personal con la COVID-19 (por ejemplo, la enfermedad o la pérdida de un familiar) y las características demográficas (por ejemplo, el género, la educación y los ingresos).

Los autores descubrieron que la reticencia a vacunarse no se correlaciona significativamente con la carga de casos de COVID-19 ni con la mortalidad de un país. En junio de 2021, las dudas sobre las vacunas eran más frecuentes en Rusia (48,4%), Nigeria (43%) y Polonia (40,7%), y menos frecuentes en China (2,4%), el Reino Unido (18,8%) y Canadá (20,8%).

"Con el fin de mejorar las tasas de vacunación a nivel mundial, algunos países exigen a las personas que presenten una prueba de vacunación para asistir al trabajo, a la escuela, viajar por aire o tren, o para participar en actividades y eventos interiores", afirma Ayman El-Mohandes, decano de la CUNY SPH y el otro autor principal del estudio. "Los encuestados apoyan con fuerza los requisitos a los viajeros internacionales, mientras que las pruebas de vacunación para los escolares reciben un apoyo más débil”.

El apoyo a estos requisitos fue sustancialmente menor entre aquellos que dudaban en vacunarse ellos mismos. "Sin embargo, es importante señalar que las recomendaciones de un médico o, en menor medida, de un empleador, pueden influir en las opiniones de los encuestados sobre la vacunación en algunos países", añade Ayman El-Mohandes.

Aunque algunos países están relajando las medidas de control de la COVID-19 basadas en la evidencia, la enfermedad sigue siendo una amenaza para la salud pública. Los autores señalan que, para que las campañas de vacunación contra la COVID-19 tengan éxito los próximos meses, todavía quedan importantes retos que superar. Estos incluyen el aumento de la vacunación entre quienes declaran tener menor confianza en la vacuna, además de ampliar el acceso a la inmunización en los países de renta media y baja.

El papel de las redes sociales

ISGlobal y el Instituto #SaludsinBulos, junto con la Fundación Severo Ochoa y representantes de sociedades científicas, colegios profesionales y asociaciones de pacientes de España, celebraron un encuentro el pasado 20 de junio de 2022 para avanzar en el desarrollo de un consenso sobre reticencia vacunal. Según los datos presentados de una encuesta europea realizada por el proyecto the Vaccine Confidence, el grupo de población más expuesto a las redes sociales -jóvenes menores de 24 años, con estudios secundarios o universitarios y que viven en núcleos urbanos- es el que más reticencia tiene a vacunarse. Además, los mensajes que apelan a vacunarse como una "obligación moral" provocan un fuerte rechazo frente a los que apelan a la "protección", que tienen buena acogida.

Como se refleja en estudios similares, una de las formas más populares de transmitir mensajes antivacunas ha sido el humor. Por ello, los participantes en la reunión coincidieron en la necesidad de difundir el beneficio de las vacunas utilizando esta misma herramienta, pero sin burlarse de quienes tienen creencias equivocadas sobre las mismas. Frente a la desinformación, es importante mejorar la información sobre la vacunación utilizando un lenguaje sencillo y canales que lleguen a la población, como las redes sociales, concluyeron los participantes.

Referencia

Lazarus, J.V., Wyka, K., White, T.M. et al. Revisiting COVID-19 vaccine hesitancy around the world using data from 23 countries in 2021Nat Commun 13, 3801 (2022). https://doi.org/10.1038/s41467-022-31441-x