Demuestran que la malaria crónica vivax es una infección del bazo y que allí es donde se encuentra la mayor parte de la biomasa del parásito
Dos investigadores de ISGlobal participan en un estudio que supone un cambio de paradigma para la malaria por P. vivax, al concluir que es una infección predominantemente del bazo y no de la sangre periférica
10.06.2021Los investigadores de ISGlobal Hernando A. del Portillo y Carmen Fernández-Becerra, ambos con afiliación conjunta con el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), han participado en un estudio descrito en dos artículos que representa un cambio de paradigma en el campo de la malaria vivax y resuelve las incongruencias arraigadas en el conocimiento sobre la biología de Plasmodium vivax. El trabajo se centra en el bazo, órgano que hasta ahora se creía que era el responsable de eliminar los parásitos de malaria de la sangre. Nuevos datos aportados muestran cómo, por el contrario, este es también un reservorio y vivero del parásito.
La mayor parte de casos de malaria son causados por parásitos unicelulares Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax, que entran en la sangre por picaduras de mosquitos. La malaria por P. vivax no es tan virulenta ni tan grave como la causada por P. falciparum, pero también se ha estudiado menos ya que no se puede crecer en el laboratorio. Se conoce que tiene una forma latente en el hígado y que provoca casos clínicos reincidentes. Hasta ahora, se creía que había un nivel bajo de P. vivax circulando en sangre porque el parásito invadía los reticulocitos (glóbulos rojos inmaduros) que se encuentran principalmente en la médula ósea, y que el bazo destruía los parásitos, especialmente después del tratamiento contra la malaria, es decir, que era el lugar de su eliminación en sangre.
En una carta publicada en el New England Journal of Medicine, los autores describen una biomasa de P. falciparum y P. vivax en el bazo que no se había detectado hasta ahora. El grupo estudió el bazo de las personas infectadas con ambos parásitos y lo comparó con la sangre circulante de los mismos pacientes e individuos libres de malaria. Mediante distintos métodos se comprobó que, contrariamente a la evidencia anterior, hay un número mucho mayor de parásitos en el bazo que en la sangre, más por P. vivax que por P. falciparum. Por ello, concluyen que la malaria crónica vivax es una infección del bazo y no de la sangre.
En un artículo más extenso en la revista PLOS Medicine, el mismo equipo, dirigido por Nicholas Anstey, de la Menzies School of Health Research (Australia), amplía los resultados de sus descubrimientos sobre P. vivax. En este caso, examinan tanto las distintas etapas del reticulocito como las distintas fases de P. vivax en el bazo durante su complejo ciclo de vida y concluyen que el parásito, lejos de ser destruido en el bazo, se ha adaptado para sobrevivir y también para replicarse en este órgano, invirtiendo las hipótesis establecidas hasta ahora.
“Es una enorme satisfacción haber participado en estos estudios, ya que nosotros postulamos originalmente la existencia de infecciones activas en el bazo en malaria”, afirma Hernando A. del Portillo, investigador ICREA y jefe del grupo de investigación Plasmodium vivax and Exosome Research (PVREX) cuyo trabajo en los últimos 20 años se ha centrado en aspectos de la adhesión del parásito a tejidos hemopoéticos.
“Con el paso de los años, cada vez era más difícil justificar lo establecido sobre los roles del hígado y el bazo en P. vivax. Con el intenso tropismo de P. vivax para los reticulocitos, sospechábamos que tenían un papel en el bazo que todavía no se había descrito. Estos resultados cambian totalmente la comprensión de la biología del parásito y el papel del bazo. Es rompedor”, añade Carmen Fernández Becerra, codirectora del grupo PVREX.
Estos resultados tienen importantes implicaciones para identificar nuevas dianas y plataformas de liberación de fármacos, ya que los parásitos en el bazo están protegidos en gran medida de los fármacos antimaláricos. Así como para la identificación de biomarcadores de infección crónica asintomática, para mejorar los métodos de diagnóstico. Trabajar con el bazo humano es técnica y éticamente difícil, por lo que la investigación se centra en el desarrollo de nuevas tecnologías para obtener conocimiento molecular de estas infecciones dentro del órgano, con el objetivo de contribuir a la eliminación de la malaria.
Referencia
Kho S, Qotrunnada L, Leonardo L, Andries B, Wardani PAI, Fricot A, Henry B, Hardy D, Margyaningsih NI, Apriyanti D, Puspitasari AM, Prayoga P, Trianty L, Kenangalem E, Chretien F, Safeukui I, Del Portillo HA, Fernandez-Becerra C, Meibalan E, Marti M, Price RN, Woodberry T, Ndour PA, Russell BM, Yeo TW, Minigo G, Noviyanti R, Poespoprodjo JR, Siregar NC, Buffet PA, Anstey NM. Hidden Biomass of Intact Malaria Parasites in the Human Spleen. N Engl J Med. 2021 May 27;384(21):2067-2069. doi: 10.1056/NEJMc2023884. PMID: 34042394
Kho S, Qotrunnada L, Leonardo L, Andries B, Wardani PAI, Fricot A, Henry B, Hardy D, Margyaningsih NI, Apriyanti D, Puspitasari AM, Prayoga P, Trianty L, Kenangalem E, Chretien F, Brousse V, Safeukui I, Del Portillo HA, Fernandez-Becerra C, Meibalan E, Marti M, Price RN, Woodberry T, Ndour PA, Russell BM, Yeo TW, Minigo G, Noviyanti R, Poespoprodjo JR, Siregar NC, Buffet PA, Anstey NM. Evaluation of splenic accumulation and colocalization of immature reticulocytes and Plasmodium vivax in asymptomatic malaria: A prospective human splenectomy study. PLoS Med. 2021 May 26;18(5):e1003632. doi: 10.1371/journal.pmed.1003632. eCollection 2021 May. PMID: 34038413