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Análisis y Desarrollo Global

¿Qué impacto ha tenido la COVID-19 en los programas de inmunización infantil?

Serie | La COVID-19 y las otras pandemias #46

29.07.2022

[Este documento forma parte de una serie de notas de debate que abordan preguntas fundamentales sobre la salud global. Su propósito es trasladar el conocimiento científico a la conversación pública y al proceso de toma de decisiones. Los trabajos han sido elaborados sobre la base de la mejor información disponible y pueden ser actualizados a medida que esta evolucione].

La pandemia de COVID-19 ha afectado a los programas de inmunización de todo el mundo, poniendo en riesgo años de logros extraordinarios. Millones de niños y niñas no pudieron recibir su vacunación esencial y podrían ahora contraer enfermedades prevenibles debido a las interrupciones de los servicios y las cadenas de suministro, el desvío de recursos hacia la respuesta a la COVID-19 y las medidas de contención que limitaron el acceso a los servicios de vacunación y su disponibilidad.

Los datos oficiales publicados el pasado 15 de julio por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF muestran la mayor caída ininterrumpida de la vacunación infantil en 30 años. Solo el año pasado, 25 millones de niñas y niños no recibieron una o varias dosis de la vacuna DPT (contra la difteria, el tétanos y la tosferina) en el marco de los servicios de vacunación sistemática, lo que supone dos millones más que en 2020 y seis millones más que en 2019. De estos 25 millones de niños, 18 millones no recibieron ni una sola dosis de la vacuna DPT durante el año.

Antes de la pandemia de COVID-19, la cobertura vacunal ya estaba cayendo a una velocidad alarmante en todo el mundo, sobre todo debido a la reticencia a la vacunación y a la escasez de recursos. Tanto es así, que la mortalidad por sarampión había alcanzado un máximo en 2019, con más de 200.000 muertes. La pandemia de COVID-19 ha contribuido a empeorar esta caída.

Este retroceso histórico en las tasas de vacunación tiene ya consecuencias. El mundo está volviendo a experimentar una rápida reaparición del sarampión. En abril de 2022, la OMS notificó 21 brotes importantes registrados durante 2021, sobre todo en África y el Mediterráneo Oriental. Un fenómeno similar se observa para otras enfermedades prevenibles con vacunas. La fiebre amarilla ha reaparecido en África, por ejemplo, y países como Kenia están notificando casos tras 25 años sin ni uno solo. Por otro lado, África había sido declarada libre de poliomielitis natural en agosto de 2020, tras un periodo de cuatro años sin casos notificados, pero ya se ha vuelto a registrar en Malaui y Mozambique.

La pandemia de COVID-19 deja, pues, una brecha trágica en materia de inmunización, especialmente en los países de ingresos medianos y bajos. Es necesario actuar urgentemente para revertirla.

Este documento, escrito por Isabelle Munyangaju (ISGlobal), y que forma parte de una serie dedicada al impacto de la COVID-19 en otras pandemias, aborda no solo las interrupciones causadas por la pandemia sino también los desafíos sistémicos en materia de vacunación.

 

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