Un estudio asocia la práctica habitual de actividad física vigorosa con una mejor respuesta del corazón al ejercicio en personas con EPOC
En todos los estadios de la enfermedad, la capacidad cardíaca de adaptarse al esfuerzo que implica el ejercicio es reducida
26.11.2021Un estudio identifica que las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) sufren una disfunción cardíaca autónoma, es decir, que la capacidad de su corazón de acelerarse durante el ejercicio y de recuperarse después de ese esfuerzo está limitada, con independencia del estado de gravedad de la enfermedad. Publicado en Annals of Physical and Rehabilitation Medicine, el estudio ha sido liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”.
“Aunque se trata de una enfermedad respiratoria, la EPOC tiene efectos en otros sistemas del cuerpo”, explica Laura Delgado, investigadora predoctoral de ISGlobal. “Se ha estudiado mucho su efecto en el sistema cardiovascular y muscular, pero en menor medida su efecto en el sistema nervioso autónomo”. El estudio, del que Delgado es primera autora, se propuso centrarse en este efecto.
El corazón, durante el ejercicio y después
Este trabajo científico evaluó la capacidad que tiene el corazón de acelerar la frecuencia de sus pulsaciones durante el ejercicio (respuesta cronotrópica, RC) y la capacidad que tiene de regresar a valores basales al terminar el esfuerzo (recuperación de la frecuencia cardíaca, RFC). Cuanto más rápido puede responder el corazón, mejor es su función autonómica.
“En el caso de la RC reducida, vimos resultados coherentes con la literatura, si bien lo medimos durante una prueba subóptima que no requiere un esfuerzo máximo por parte de los pacientes”, resume Delgado. “En el caso de la RFC vimos que, haciendo seguimiento de la recuperación de los pacientes durante cinco minutos después de la prueba de la marcha, su frecuencia cardíaca no regresaba al valor basal”.
EPOC y actívidad física
El segundo objetivo del estudio fue observar cómo esa función autónoma se relaciona con la actividad física de las personas con EPOC. “Aquí estudiamos seis parámetros diferentes de la actividad física, y los intentamos relacionar con la RC y la RFC”, prosigue Delgado. “Al final encontramos una relación entre la actividad física vigorosa (de más alta intensidad) y la función autónoma que persiste aun después de tener en cuenta otras variables de ajuste.”
“Nos hace falta conocer más sobre los efectos sistémicos de la EPOC y su relación con otras características de la enfermedad, como la actividad física, para poder plantear mejoras en el manejo de la enfermedad”, afirma Delgado.
El propósito del estudio ahora publicado es aportar una caracterización detallada de los parámetros de respuesta autónoma cardíaca al ejercicio que sirvan para el diseño de la rehabilitación pulmonar o de las intervenciones de actividad física destinadas a este tipo de pacientes.
Novedades del estudio
Respecto a estudios anteriores, centrados en pacientes graves u hospitalizados, este presenta la novedad de haber incluido también a pacientes con EPOC leve. Para la investigación se analizó a 320 personas con EPOC de leve a muy grave, reclutadas en centros de atención primaria y hospitales terciarios de cinco municipios costeros catalanes. El 82% de ellas eran varones y tenían una edad media de 68 años. Casi el 60% contaba con un diagnóstico de enfermedad cardiovascular.
Otra característica novedosa es que, para evaluar la disfunción autónoma cardiaca se tomaron dos parámetros sencillos y de bajo costo, distintos a los habituales. Se midió la RC durante la práctica del ejercicio y la RFC a su término, en vez de utilizar otras medidas como la frecuencia cardíaca mediante electrocardiograma, o la sensibilidad a los barorreceptores. Las medidas de función autónoma se tomaron a partir de la prueba de seis minutos de la marcha. La RC se calculó midiendo las pulsaciones durante la prueba (en respuesta al esfuerzo), y la RFC se calculó midiendo las pulsaciones durante un período de recuperación de cinco minutos al terminar la prueba.
Adicionalmente, la actividad física se midió de forma objetiva durante una semana con acelerómetro y se pudo recoger información sobre sus pasos, el tiempo dedicado a cualquier actividad, el tiempo dedicado a actividad moderada y el tiempo dedicado a actividad vigorosa, además de la intensidad con la que la llevaron a cabo y el tiempo dedicado a actividades sedentarias.
También se estimó la asociación de la RC y la RFC con los parámetros de la actividad física registrada con el acelerómetro mediante modelos de regresión lineal multivariable. En el estudio, el aumento del tiempo dedicado a la actividad física vigorosa se asoció significativamente con una rápida disminución de la recuperación de RFC (p = 0,044) y con un aumento de la RC (p = 0,021). No se encontró una asociación independiente para otros parámetros de actividad física.
“Las personas con EPOC, en cualquiera de los grados de gravedad de la enfermedad, presentan una disfunción cardiaca autonómica inversamente relacionada con la práctica de actividad física vigorosa”, concluye Judith García-Aymerich, jefa del programa de Enfermedades No Transmisibles y Medio Ambiente de ISGlobal. “Esto significa que, bajo la vigilancia de profesionales sanitarios, las personas con EPOC se podrían beneficiar de realizar una actividad física vigorosa en sus programas de rehabilitación pulmonar y en las intervenciones de actividad física destinadas a ellas, aunque hacen falta más estudios para analizar los pros y contras”, añade.
Referencia
Delgado-Ortiz L, Arbillaga-Etxarri A, Rodríguez-Chiaradía DA, Gimeno-Santos E, Barberan-Garcia A, Balcells E, Rodríguez-Roisin R, Garcia-Aymerich J. Physical activity and cardiac autonomic dysfunction in patients with chronic obstructive pulmonary disease: a cross-sectional analysis. Ann Phys Rehabil Med. 2021 Mar 1:101501.
doi: 10.1016/j.rehab.2021.101501. Epub ahead of print. PMID: 33662597.