La exposición prolongada a la contaminación atmosférica se asocia con la COVID-19 grave
Una mayor exposición a PM2,5, dióxido de nitrógeno y carbono negro se asoció con un mayor riesgo de hospitalización por COVID-19, ingreso en UCI y muerte.
24.05.2023Estar expuesto a la contaminación atmosférica durante un largo periodo de tiempo se relaciona con un mayor riesgo de sufrir COVID-19 grave, ser hospitalizado por este motivo, ingresar en una unidad de cuidados intensivos (UCI) y morir, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). El estudio, publicado en la revista Nature Communications, se ha basado en una gran cohorte de 4.660.502 personas adultas que residían en Catalunya en 2020, año en que este territorio registró una alta carga de COVID-19.
Por un lado, el equipo investigador determinó los promedios anuales de PM2,5 (partículas finas o PM con un diámetro aerodinámico de ≤2,5 µm), dióxido de nitrógeno (NO2), carbono negro (BC) y ozono (O3) registradas en el lugar en el que residía cada participante. Y, por otro lado, recopiló datos relativos a la COVID-19 grave, como los ingresos hospitalarios y en UCI de esas personas, la duración de su estancia hospitalaria y las muertes relacionadas con la enfermedad durante 2020. Al evaluar las asociaciones, los investigadores e investigadoras hallaron que:
- Un aumento de la exposición de 3,2 µg/m3 de PM2,5 se asoció con un aumento del 19% de las hospitalizaciones.
- Un incremento de la exposición de 16,1 µg/m3 de NO2 se asoció con un aumento del 42% de los ingresos en la UCI.
- Un aumento de la exposición de 0,7 ug/m3 de BC se asoció con un aumento del 6% de las muertes.
“Nuestros hallazgos añaden más pruebas convincentes sobre la importancia de reducir los niveles de contaminación atmosférica para mejorar la salud de la población en general y la infección respiratoria aguda grave en particular”, concluye Otavio Ranzani, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio.
Posibles explicaciones a la asociación
Existen varios mecanismos biológicos que podrían explicar por qué la contaminación atmosférica a largo plazo podría aumentar el riesgo de desarrollar COVID-19 grave.
- Una hipótesis es que la contaminación aumenta el riesgo de comorbilidades crónicas asociadas a la COVID-19 grave, como la hipertensión.
- Otra hipótesis es que la exposición a la contaminación atmosférica podría facilitar la infección, ya que se han publicado evidencias que indican que la exposición a partículas finas aumenta la expresión de los receptores a los que se une el virus, sobre todo en el pulmón.
- La exposición a la contaminación atmosférica también se ha relacionado en otro estudio con cambios en las defensas inmunitarias que son clave para mitigar el SARS-CoV-2, como una disminución de la respuesta del interferón tipo II al SARS-CoV-2 y de la respuesta de los anticuerpos.
Sin embargo, los autores y autoras del estudio opinan que se necesitan más estudios para comprender las principales vías biológicas implicadas.
Cómo se ha hecho el estudio
La cohorte COVAIR-CAT se creó a partir de datos administrativos de la sanidad pública catalana que abarcaban la atención primaria, la atención de urgencia y el alta hospitalaria de pacientes agudos, además de datos de un sistema de vigilancia de pruebas de SARS-CoV-2 (SUVEC) que funcionó en Catalunya, usados para recopilar información sobre las PCR y pruebas rápidas de antígeno que habían realizado los participantes de la cohorte.
Según la información recabada, 340.608 personas fueron diagnosticadas de COVID-19 en 2020 en Catalunya. Un 14% de ellas (47.174) fueron hospitalizadas y un 1,4% (4.699) ingresaron en UCI. Sumando las personas que murieron hospitalizadas con las que murieron no hospitalizadas, se produjeron un total de 10.001 muertes relacionadas con la COVID-19 (3%).
Para obtener los datos meteorológicos y de contaminación del aire se usaron las redes de monitoreo catalana y española. Estos datos se cruzaron con los de residencia de las 4.660.502 personas de la cohorte de estudio.
Puntos fuertes del análisis
“Uno de los puntos fuertes de nuestro análisis es que la población está muy bien representada (abarca grandes zonas urbanas y rurales) y cuenta con datos detallados a nivel individual para las exposiciones a la contaminación atmosférica”, explica Cathryn Tonne, investigadora de ISGlobal y última autora del estudio. “Todo ello en un país muy afectado por la pandemia en 2020.”
Aunque existen numerosas publicaciones sobre los efectos de la exposición a corto y largo plazo a la contaminación atmosférica en las enfermedades respiratorias crónicas, se dispone de menos datos sobre la exposición a largo plazo y la incidencia o gravedad de las infecciones respiratorias agudas. “Nuestro estudio aporta pruebas sólidas de que la exposición a largo plazo a los contaminantes atmosféricos se asocia a la COVID-19 grave”, concluye Otavio Ranzani.
Referencia
Ranzani O, Alari A, Olmos S, Milà C, Rico A, Ballester J, Basagaña X, Chaccour C, Dadvand P, Duarte-Salles T, Foraster M, Nieuwenhuijsen M, Sunyer J, Valentín A, Kogevinas M, Lazcano U, Avellaneda-Gómez C, Vivanco R, Tonne C. Long-term exposure to air pollution and severe COVID-19 in Catalonia: a population-based cohort study, Nature Communications. DOI: 10.1038/s41467-023-38469-7