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  • Mark J Nieuwenhuijsen
    Mark J Nieuwenhuijsen , Research Professor, Director of the Urban Planning, Environment and Health Initiative, and Head of the Climate, Air Pollution, Nature and Urban Health Programme Salud ambiental
  • La crisis climática es una crisis sanitaria: evitar, cambiar y mejorar debe ser el principio

    13.11.2024
    Sustainable cities
    Foto: Canva

    Hemos de tomarnos más en serio la crisis climática y entender que también es una crisis de salud. Las inundaciones de Valencia evidencian que es urgente repensar la planificación urbana.

     

    Después de las trágicas inundaciones de Valencia, que han dejado más de 200 muertos y daños por valor de miles de millones de euros, está claro que tenemos que tomarnos más en serio el cambio climático y disponer de buenos sistemas de alerta temprana y respuesta de emergencia. Como suele ocurrir con las catástrofes, el 29 de octubre confluyeron varias circunstancias: cambio climático (aumento de la energía en el sistema climático), mala planificación urbanística (construcción en lugares inadecuados y superficies impermeables excesivas), políticas inadecuadas (negacionismo y oportunismo políticos) y falta de mecanismos eficaces de alerta y respuesta, por nombrar sólo algunas. Por otra parte, también tenemos que reconocer que la crisis climática es una crisis sanitaria, razón por la cual la Organización Mundial de la Salud pide urgentemente que la salud se integre en las negociaciones sobre el clima en la actual COP de Bakú (COP29).

    Los últimos años han sido los más calurosos jamás registrados, y las altas temperaturas se cobraron más de 60.000 vidas sólo en Europa en 2022. Las proyecciones climáticas actuales muestran que nos dirigimos hacia los 3 grados de calentamiento, muy por encima de donde deberíamos estar, y se esperan nuevos efectos devastadores. 

    Una mejor planificación urbana podría ser una solución para reducir los efectos del cambio climático y mejorar la salud

    Las ciudades son el lugar donde vive la mayoría de la gente hoy en día, y una revisión reciente de estudios a gran escala realizados en varias ciudades encontró una clara relación entre la planificación urbana y del transporte y la calidad del medio ambiente, las emisiones de gases de efecto invernadero y la salud. Por tanto, una mejor planificación urbana podría ser una solución para reducir los efectos del cambio climático y mejorar la salud. Los beneficios colaterales de la acción climática están bien reconocidos y documentados, pero sigue faltando ponerlos en práctica, y urge.

    Evitar, cambiar y mejorar para un futuro mejor

    Se ha demostrado que las estrategias de mitigación del cambio climático dirigidas al uso del suelo, el transporte, los edificios y la gestión de residuos tienen numerosos beneficios colaterales para la salud, como la reducción de la mortalidad y la morbilidad prematuras. La descarbonización, un transporte y una vivienda más sostenibles y la ecologización de las ciudades son necesidades urgentes, al igual que llevar dietas más sostenibles y saludables para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. 

    Es fundamental aplicar principios como Evitar, Cambiar y Mejorar (ASI, por sus siglas en inglés). En el ámbito de la movilidad, esto implica evitar viajes innecesarios para usar menos el coche y reducir los vuelos, cambiar el coche por el transporte público o por medios activos (caminar, bicicleta, etc.), y mejorar el parque automovilístico con vehículos eléctricos. 

    Una narrativa mejor y más orientada a la salud puede ayudar a abordar la crisis climática, pero también necesitamos una visión más integrada y holística de lo que deben ser y parecer nuestras sociedades y ciudades para captar la atención de políticos, responsables políticos y ciudadanos y cambiar su comportamiento. Por ejemplo, es esencial dejar atrás nuestra planificación centrada en el automóvil y apostar por una mayor ecologización. Los estilos de vida urbanos, especialmente en los países de renta alta, son perjudiciales para el planeta, por lo que hay que promover nuestra salud y conceptos como el decrecimiento.

    En 2050, las sociedades y las ciudades que hayan adoptado la acción por el clima serán más limpias, más ecológicas, más resilientes y más habitables

    En 2050, las sociedades y ciudades que hayan adoptado medidas climáticas serán más limpias, más ecológicas, más resilientes y más habitables, con entornos urbanos que den prioridad a la sostenibilidad y a la salud y el bienestar de sus habitantes. Las sociedades y ciudades que no tomen medidas climáticas decisivas para 2050 se caracterizarán probablemente por la degradación medioambiental, la desigualdad social, el declive económico y una menor calidad de vida para sus residentes. El contraste entre las sociedades y ciudades que actúen y las que no lo hagan será cada vez más marcado, y la inacción tendrá consecuencias potencialmente irreversibles. 2050 está aquí al lado, por lo que la acción climática es urgente; dejemos de buscar excusas para no actuar, actuemos ya. Valencia es otra advertencia. 

    Para leer y ver más

    Nieuwenhuijsen MJ. Crisis climática, ciudades y salud. Lancet. 2024 Oct 26;404(10463):1693-1700. doi: 10.1016/S0140-6736(24)01934-2. Epub 2024 Oct 17. PMID: 39427663.

    https://www.youtube.com/watch?v=6TeUSV-Q-w4