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Una nueva agenda para relanzar las relaciones entre la UE y América Latina. ¿Qué significa la cumbre UE-CELAC para la salud global?

02.8.2023
UE_CELAC_Guatemala
Foto: UN Women/Ryan Brown - La artista Delia Cumez (Guatemala)

Acaba de celebrarse en Bruselas, los días 17 y 18 de julio, una cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Se ha planteado como un momento fundamental para relanzar la nueva agenda para las relaciones entre ambas regiones, un punto de partida para un nuevo periodo tras ocho años sin celebrarse una reunión al más alto nivel político.

 

[Este texto lo han escrito Virginia Rodríguez, responsable del Proyecto de Incidencia Política de ISGlobal, Leire Pajín, directora de Desarrollo Global de ISGlobal y Alberto Rocamora, asesor de Incidencia Política de ISGlobal.]

 

La UE y la CELAC han acordado un nuevo marco de relaciones, con un potencial de transformación mucho más prometedor de lo que parece. La "profunda preocupación sobre la guerra contra Ucrania" ha acaparado los titulares sobre la cumbre en términos de actualidad política internacional, y las elecciones del 23 de julio en España han hecho también que la atención al encuentro se haya diluido en nuestro país, a pesar de haberlo impulsado desde la Presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, que comenzó el 1 de julio. Sin embargo, existen aspectos fundamentales de la cumbre que merecen ser considerados y analizados.

 

Una nueva mirada a la región

La Unión Europea reconoce a los países de América Latina y el Caribe como socios fundamentales en el desafiante contexto mundial actual, donde todas las regiones están reordenando sus capacidades industriales y reforzando su autonomía estratégica. Vivimos en un mundo profundamente interconectado pero expuesto a amenazas que exigen redefinir las relaciones existentes entre regiones. Las relaciones con América Latina son ejes prioritarios históricos para las políticas exteriores española y portuguesa, y así las ha considerado el programa de la Presidencia española. Desde hace años ambos Estados miembros vienen reclamando una nueva mirada sobre la región que actualice las bases para una asociación estratégica. La urgencia de esta actualización ha sido catalizada por la pandemia de COVID-19, que castigó singularmente a la región latinoamericana, así como por la emergencia climática. Ambas amenazas han puesto de manifiesto que se necesitan transformaciones globales profundas para hacerles frente. Un análisis de la cumbre con una perspectiva de salud global señala las oportunidades y desafíos de los compromisos alcanzados en un contexto geopolítico complejo y en constante transformación.

 

Fuente: Comisión Europea.

Tres apuntes sobre la cumbre UE-CELAC

1. Voluntad de compromiso al más alto nivel político

Un primer aspecto clave es la voluntad de ambas regiones de comprometerse al más alto nivel político con la nueva agenda. Han establecido una periodicidad bianual para las cumbres y un mecanismo permanente que las coordine para seguir sus acuerdos y su organización. Este compromiso es esencial, asume la necesidad de un mayor cuidado y atención a las relaciones entre ambas regiones del que hasta ahora se había dado, y pone en valor lo que ambas regiones comparten: el compromiso con el orden internacional multilateral basado en normas, principios compartidos y agendas comunes.

En la cumbre se ha reconocido el papel desempeñado por la Fundación EU-LAC en el diálogo birregional y se han reafirmado los marcos internacionales de referencia compartidos poniendo el foco, al describirlos, en las personas, la inclusividad y la justicia en los procesos de transformación que es necesario acelerar, particularmente en el ámbito medioambiental, digital y de la investigación.

2. Concreción de la inversión en América Latina y el Caribe

El segundo aspecto destacable es cómo se ha concretado la inversión en América Latina y el Caribe a través de la Pasarela Mundial (Global Gateway). Global Gateway es la estrategia con la que la UE ha planteado su reubicación en el escenario internacional a través de inversiones en sectores clave para el desarrollo global. Es más que cooperación al desarrollo, aunque se basa en el instrumento presupuestario (NDICI) y los mecanismos de planificación, asociación y ejecución de la cooperación como las Team Europe Initiatives. Global Gateway va más allá incorporando ámbitos políticos como la ciencia o la energía, las contribuciones presupuestarias de algunos de sus programas (Horizon) y la convocatoria a instituciones financieras y el sector privado para complementar los esfuerzos.

En la cumbre se ha respaldado la creación de una agenda común de inversiones dentro del marco Global Gateway en cuestiones prioritarias para ambas regiones, que movilice toda inversión pública y privada posible para el desarrollo sostenible en los ámbitos de: transformación digital, educación, infraestructuras de salud, producción de energía, perspectivas medioambientales, materias primas y creación de valor a nivel local. La Unión Europea se ha comprometido a contribuir con 45.000 millones de euros hasta 2027, de los que el Gobierno español ha comprometido 9.400 a través de Team Europe.

3. Concreción de la agenda común en proyectos e iniciativas de salud global

El tercer aspecto a destacar de la cumbre es la forma en que se concreta esta agenda común en proyectos e iniciativas directamente conectados con la salud global. Las lecciones de la pandemia en el caso de América Latina apuntan la desigualdad creciente como una amenaza que es urgente abordar a nivel global, interregional y dentro de cada uno de los países.

 

Declaración final de la cumbre UE-CELAC

La declaración final de la cumbre señala la importancia de la cooperación postpandémica para “fomentar el desarrollo sostenible, prestando especial atención a abordar las deficiencias estructurales en cuestiones de infraestructura, productividad, sociales, medioambientales e institucionales, así como en la preparación ante el riesgo de desastres y la gestión de riesgos”. El Plan de suficiencia en materia de salud de CELAC, aprobado en septiembre de 2021, se identifica como marco al que dar apoyo desde la asociación que se está definiendo para la producción local de vacunas, medicinas y otras tecnologías de la salud, y para la resiliencia de los sistemas de salud y su mejor preparación y respuesta a emergencias de salud pública. Es fundamental, en este sentido, poner en valor el precedente sentado en el ámbito de la salud en las Cumbres Iberoamericanas, desde donde se han puesto en marcha iniciativas como un Observatorio Epidemiológico Iberoamericano o un programa regional sobre la enfermedad de Chagas.

Estos tres apuntes sobre la cumbre subrayan algo importante: la voluntad de avanzar en una nueva etapa de relaciones interregionales. En esta etapa se dará forma a los instrumentos y la financiación de iniciativas y proyectos conjuntos con los que abordar transformaciones globales inaplazables. Pese a no ser este el titular emanado de la cumbre, es la mejor noticia para el futuro.