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Enfermedad por el virus de Marburgo: ¿vacunas y tratamientos en el horizonte?

08.10.2024
Marburg
Foto: NIAID / Flickr - Partículas del virus de Marburgo

La enfermedad por el virus de Marburgo vuelve a ser noticia. Los brotes de esta enfermedad emergente son raros pero muy peligrosos. Afortunadamente, hoy tenemos más conocimientos –y algunas herramientas en el horizonte – que nos pueden ayudar a controlarlos.

 

¿Qué es la enfermedad por el virus de Marburgo?

La enfermedad de Marburgo está causada por el virus del mismo nombre, que pertenece a la misma familia que el virus del ébola (los filovirus). El virus fue descrito por primera vez en 1967 tras un brote en personal de laboratorio en las ciudades de Marburgo, Frankfurt y Belgrado. Los tres laboratorios habían recibido monos verdes africanos infectados, provenientes de Uganda.

El virus de Marburgo es uno de los patógenos identificados por la OMS con potencial epidémico o pandémico y para el cual es necesario acelerar el desarrollo de pruebas diagnósticas, vacunas y tratamientos.

¿Cómo se transmite?

Como muchas de las enfermedades emergentes, la causa un virus zoonótico. Es decir, ocasionalmente salta de un reservorio animal (principalmente murciélagos del género Rousettus) al humano, por contacto con heces o el manejo y consumo de animales infectados. Una vez hecho ese salto, el virus se puede transmitir entre personas, aunque de manera poco eficaz. Se requiere un contacto estrecho con la sangre o fluidos corporales de una persona infectada. No se transmite por vía aérea y las personas infectadas no son contagiosas antes de que aparezcan los síntomas.

¿Cuáles son los síntomas?

El tiempo de incubación (entre la infección y la aparición de síntomas) varía entre los 2 y los 21 días. La enfermedad empieza de manera abrupta, con fiebre elevada, fuerte dolor de cabeza, y malestar general. También puede haber dolor muscular, dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarreas. Muchos pacientes presentan hemorragias (por la nariz, las encías, las heces) tras 5 o 7 días, así como confusión o agresividad. La muerte suele ocurrir entre 8 y 9 días tras la aparición de los síntomas.

¿Qué tan letal es?

El virus de Marburgo tiene una tasa de letalidad elevada, alrededor del 50%. Es decir, de cada 10 personas que se infectan, mueren 5. Sin embargo, la tasa de letalidad puede variar según la cepa del virus y según la calidad de los cuidados médicos recibidos.

¿Hay tratamiento para la enfermedad por el virus de Marburgo?

Aún no hay tratamiento específico contra el virus, pero una atención médica rápida para tratar los síntomas y rehidratar al paciente aumenta notablemente la probabilidad de sobrevivir. Algunos tratamientos candidatos, como el antiviral remdesivir o los anticuerpos monoclonales, están listos para ser testados.

¿Hay vacuna?

Aún no existe una vacuna aprobada contra el Marburgo. La vacuna candidata más avanzada es la desarrollada por el Instituto Sabin en Estados Unidos, que usa un adenovirus de chimpancé para transportar las instrucciones necesarias para fabricar una proteína del virus. La vacuna ya mostró ser segura en un primer ensayo de fase 1 y se está haciendo un ensayo de fase 2 actualmente en Uganda y Kenia.

¿Qué está pasando en Ruanda?

Actualmente Ruanda está enfrentándose a su primer brote de Marburgo, con 56 casos (la mayoría en personal sanitario) y 12 muertes reportadas a día de hoy (7 Octubre 2024). El país tiene buena experiencia en el manejo de brotes infecciosos. Pero la situación actual preocupa porque muchos de los casos han ocurrido cerca de Kigali, una ciudad de casi 1 millón y medio de personas. De ahí el riesgo de que pueda extenderse en la ciudad, a otros países de África o a otros países del mundo.

¿Cuál es el riesgo para otros países?

La OMS advierte del riesgo de que el brote se extienda a los países vecinos (RDC, Tanzania, Uganda). El ECDC considera que el riesgo de infectarse para las personas que viajan a Ruanda es bajo, aunque no se puede descartar la posibilidad de que una persona infectada viaje a Europa (como puso de manifiesto una falsa alarma en Alemania). Pero incluso si esto ocurriera, la probabilidad de un brote en Europa es muy baja, gracias a la limitada transmisibilidad del virus y a la rápida activación de protocolos de respuesta cuando hay un caso sospechoso.

¿Qué se está haciendo?

Lo más urgente ahora mismo es brindar todo el apoyo necesario a Ruanda y países vecinos para controlar el brote, antes de que se cobre más vidas.

En este sentido, el reciente anuncio de Estados Unidos de que 700 dosis de la vacuna del Instituto Sabin ya llegaron al país africano para comenzar los ensayos clínicos es una buena noticia. Personal científico de Ruanda se ha reunido con miembros del “Marburg virus vaccine consortium” (MARVAC) para planear dichos ensayos, que usarán la misma estrategia que se usó para la del ébola: vacunar –o no- a los contactos cercanos de casos confirmados. EEUU también anunció el envío del  anticuerpo monoclonal experimental MBP-091 para probarlo como posible tratamiento.

 “El trabajo previo realizado por la OMS nos ha permitido estar en posición para responder a este brote,” ha dicho Nancy Sullivan, directora del laboratorio de enfermedades infecciosas de la Universidad de Boston, en una entrevista para STATnews.

Una vez más, este brote pone de relieve la urgencia de prepararse para garantizar una respuesta global y coordinada a crisis sanitarias, sin importar dónde ocurren.