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Espacios azules: beneficios para la salud en tiempos de pandemia

23.9.2020
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Foto: Mònica Moreno / Ayuntamiento de Barcelona - Punto de acceso a la playa del Bogatell (Barcelona) para controlar el aforo, en el marco de las medidas de contención de la COVID-19.

[Este artículo se ha publicado originalmente en catalán en el boletín 'Espai Salut' de la Diputació de Barcelona]

"Quédate en casa" es el mantra que no hemos dejado de escuchar –sobre todo durante el estado de alarma– para hacer frente a la pandemia de la COVID-19. Ahora continuamos sin poder bajar la guardia ya que el riesgo de contagio todavía es evidente y lo seguirá siendo durante un buen tiempo más. Esta situación ha hecho que hayamos vivido un verano inusual, quedándonos en casa o visitando zonas cercanas, reuniéndonos con menos personas de lo habitual y tomando ciertas precauciones a la hora de visitar espacios con más afluencia de gente.

Durante el tiempo que estuvimos encerradas en casa, muchas de nosotras echamos de menos poder visitar espacios naturales al aire libre. Y ahora que ya podemos volverlos a disfrutar, deseamos no dar un paso atrás. Las playas, los lagos, los ríos... son ejemplos de estos espacios que tanto nos reconfortan. Estos espacios abiertos con agua los llamamos espacios azules y no sólo son anhelados por todos nosotros especialmente durante los meses calurosos, sino que varios estudios científicos los han relacionado con una mejor salud y bienestar de la población.

Durante el tiempo que estuvimos encerradas en casa, muchas de nosotras echamos de menos poder visitar espacios naturales al aire libre. Y ahora que ya podemos volverlos a disfrutar, deseamos no dar un paso atrás

Aunque aún hoy escasa, la evidencia científica apunta a que la exposición a espacios azules (ya sea porque vivimos cerca de estos espacios, para que hacemos un uso directo, o simplemente porque los contemplamos) es beneficiosa para nuestro bienestar y salud mental. Sean cuales sean los indicadores que definen la exposición a los espacios azules, estos se asocian con menos riesgo de sufrir depresión, ansiedad u otros trastornos de salud mental, y con una mejora de la relajación en personas adultas y del desarrollo conductual en la infancia.

Un estudio reciente, liderado por investigadores de ISGlobal, evaluó los efectos en la salud de los espacios azules. Para ello, una muestra de 59 personas caminó 20 minutos al día para un espacio azul (en este caso, la playa de Barcelona) durante una semana. Otra semana caminó por un espacio urbano, y la tercera semana descansó en una sala. Los resultados demostraron que paseos cortos y regulares por la playa tienen un efecto positivo en el estado de ánimo, la vitalidad y la salud mental de las personas.

Paseos cortos y regulares por la playa tienen un efecto positivo en el estado de ánimo, la vitalidad y la salud mental de las personas

Los beneficios de los espacios azules relacionados con la salud mental y el bienestar son los que se han descrito de manera más consistente entre los estudios que han evaluado el impacto de los espacios azules para la salud de la población. Sin embargo, también hay estudios que relacionan la exposición a espacios azules y una mejor salud general auto-percibida, beneficios para la salud cardiovascular, y un menor riesgo de sobrepeso y obesidad.

Los espacios azules se han relacionado históricamente y de forma instintiva con el bienestar, considerándose espacios terapéuticos con propiedades curativas. Pero el interés en el mundo de la ciencia para evaluar los efectos de estos espacios para la salud de la población no se ha consolidado hasta ahora. Es por eso que todavía hay muchas lagunas de conocimiento en este ámbito a seguir investigando. Además, todavía no hay consenso en la metodología que se utiliza para evaluar la exposición a ellos. Y los mecanismos que podrían explicar la asociación entre los espacios azules y la salud casi no se han evaluado. Se sospecha que estos mecanismos podrían ser similares a los que explican la asociación entre los espacios verdes (cubiertos con vegetación) y la salud. Por ejemplo, el incremento de la actividad física y la relajación, la reducción del estrés, la facilitación de las interacciones y cohesión social, la atenuación de las temperaturas extremas, y la mejora del sistema inmunitario. Aún así, hay que seguir investigando para confirmar esta hipótesis.

La pandemia del COVID-19, el confinamiento, las restricciones, y las consecuencias socioeconómicas que está originando están provocando estragos en la salud de la población. Varios estudios apuntan a un aumento de los casos de ansiedad y depresión, sentimientos de soledad y otros síntomas de deterioro de la salud mental. Además, durante el confinamiento se observó una disminución de la actividad física, que tiene un impacto importante tanto para la salud física como mental.

¿Podemos considerar los espacios azules un refugio seguro durante estos tiempos convulsos? El riesgo de contagio de la COVID-19 existe. Aún así, siempre y cuando tengamos en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias, un paseo por un espacio azul nos puede aportar muchos beneficios para nuestra salud

¿Podemos considerar los espacios azules un refugio seguro durante estos tiempos convulsos? El riesgo de contagio de la COVID-19 existe. Aún así, siempre y cuando tengamos en cuenta las recomendaciones de las autoridades sanitarias, un paseo por un espacio azul nos puede aportar muchos beneficios para nuestra salud. Son espacios que facilitan la actividad física, nos ayudan a relajarnos, a reducir los niveles de estrés y a sentirse mejor.