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Los libros que me cambiaron la vida

08.5.2025
Quique Bassat. Books That Changed My Life

¿Por qué empecé a leer? ¿Por qué sigo leyendo tanto? Una reflexión sobre los libros que (creo que) cambiaron mi vida—y las historias que hay detrás.

 

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Hay libros que te marcan. Te abren puertas a otros mundos, te hacen pensar distinto y se quedan contigo, a veces para siempre. Comparto aquí cómo empezó mi historia con la lectura y algunos de esos libros que me cambiaron.

Pero, vayamos por pasos. ¿Por qué leo?

Cómo empezó todo

Soy el menor de cuatro hermanos, lo que básicamente significaba que no me hacían mucho caso y disfrutaba de bastante libertad. Tenía acceso a los libros de mis hermanos mayores, así que aprendí a leer pronto y devoré las colecciones enteras de Astérix y Tintín, cuyas aventuras me fascinaban.

Durante mis años en el Liceo francés de Barcelona fue decisivo que una profesora hiciera un trato con nosotros: por cada cuatro libros que leyéramos, nos sumaría un punto extra en la nota final. Eso bastó para motivarme. O sea que, al principio, no leía por amor a la literatura, sino centrado en la cantidad de libros que era capaz de leer. Gracias a eso acabé descubriendo el placer de la lectura. Ya no me aburrí nunca más.

Más o menos al mismo tiempo, mi padre impuso una norma en casa que también tuvo un gran impacto en mí: por cada hora de lectura, podía ver una hora de televisión. Era la época del auge de la televisión, a finales de los años 70 y principios de los 80, y como la mayoría de los niños, quería vivir pegado a la pantalla. De repente, los libros se convirtieron en la llave para acceder a ese otro mundo que tanto me gustaba. Y me puse a leer, y leer, y leer.

De la cantidad a la calidad: descubrir el poder de la gran literatura

No fue hasta que estudié en el Atlantic College, en Gales, a los 16 años, cuando descubrí verdaderamente la calidad de la literatura. El mérito fue de un profesor excepcional de literatura española que me habló de dos novelas que cambiaron mi vida: Cien años de soledad de Gabriel García Márquez y La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Curiosamente, ambos vivieron en Barcelona y fueron grandes amigos (hasta su famosa pelea, recogida en el libro Los Genios). Estos dos gigantes de la literatura, ambos premios Nobel, me abrieron los ojos al poder y a la profundidad del lenguaje.

Una vez me encontré con García Márquez en un restaurante y corrí a casa, cogí toda mi colección y regresé allí… con una maleta llena de libros para que me los firmara. ¡Eran las 3:30 de la madrugada cuando terminó de hacerlo!

Cómo el trabajo amplió mis lecturas

Viví tres años en Mozambique, de 2004 a 2007. Durante ese tiempo, me interesé profundamente por los libros sobre África, especialmente los de Ryszard Kapuściński, quien capturó las complejidades del continente en obras como Ébano.

Mi trabajo de investigación sobre las causas de muerte también me llevó a explorar libros de ciencia forense, como Todo lo que queda. En el ámbito de la divulgación científica, destacó para mí Lejos del árbol de Andrew Solomon, por su desafío a los conceptos tradicionales de identidad y diferencia, como el hecho de que algunos padres sordos deseen que sus hijos también lo sean, porque no lo ven como una discapacidad sino como un rasgo valioso y un modo de preservar una "comunidad cerrada". Otros libros sobre medicina que me han fascinado incluyen La vida inmortal de Henrietta Lacks y La familia que no podía dormir.

Para mí, también es importante leer libros que abordan los capítulos más oscuros de la historia de la investigación, como los relacionados con la catástrofe de la talidomida o los experimentos humanos nazis. Es importante comprender que no todo vale en nombre del progreso científico.

Obsesiones más allá de lo esperable: sectas, escaladores y ficción que toca de cerca

Algunos de mis intereses lectores se salen de lo esperable. De adolescente, tenía un miedo extraño a ser captado por una secta, lo que me llevó a fascinarme con libros como El poder de las sectas, donde el autor se infiltraba en ellas y relataba su experiencia. Esa curiosidad evolucionó hacia un interés más amplio en el engaño: no en el síndrome del impostor, sino en los impostores reales, personas que fingen ser quienes no son. Empecé con El adversario y seguí con El impostor, y The Woman Who Wasn’t there.

Otro tema recurrente es el alpinismo, especialmente las historias épicas en el Himalaya. Yo nunca he escalado (¡con Montjuïc tengo bastante!), pero me atraen esos relatos de resistencia, tragedia y lealtad a grandes alturas.

Luego está Patria, una novela bellamente escrita sobre el terrorismo vasco, y Dos hermanos de Milton Hatoum, ambientada en Manaos, Brasil (le doy las gracias al profesor Marcus Lacerda, quien me recomendó a este autor). Es un relato apasionante sobre gemelos, otro tema que me obsesiona de forma curiosa. Hay algo especialmente conmovedor en leer ficción ambientada en un lugar que conoces… Intensifica toda la experiencia.

Algunos libros favoritos más

Si hay un libro que he regalado más que ningún otro, es Seda de Alessandro Baricco: una novela corta y poética sobre un hombre que viaja a Japón para comprar seda. Apenas 120 páginas, pero inolvidables.

Este año, he añadido La mala costumbre de Alana S. Portero a mi lista de lecturas imprescindibles. Narra la cruda y poderosa historia de una niña transgénero que crece en el Madrid de los años 80. A veces es dura, pero es una lectura muy necesaria en el contexto político actual y está escrita de una forma muy bella.

Y, para acabar, los libros de mi fotógrafo favorito. Yo, de pequeño, soñaba con ser fotógrafo, pero pronto me di cuenta de que no tenía talento para eso. Soy un admirador devoto de cualquiera de los libros de Sebastião Salgado, incluida su autobiografía. Los temas que fotografía me interesan: por ejemplo, los paisajes de África y la Amazonía, y los retratos potentes de sus gentes. Cuando un periodista trató de etiquetarlo como el “fotógrafo de la miseria”, Salgado respondió serenamente: “No soy el fotógrafo de la miseria. Soy el fotógrafo de la dignidad.” Eso lo dice todo.