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Luz artificial por la noche: más no siempre es mejor

16.1.2025
Artificial Light at Night- More is not Always Better
Foto: Canva

La luz artificial por la noche altera los ritmos circadianos, lo que afecta a la salud y se relaciona con enfermedades. Conoce los riesgos que conlleva y algunos consejos para exponerse menos a ella.

 

[Barbara Harding es profesora adjunta del College of Population Health de la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque (EE. UU.) e investigadora asociada de ISGlobal.]

 

La luz eléctrica ha tansformado nuestras noches y sociedades, pero ¿a qué precio? Por la noche altera los ciclos naturales, lo que repercute en la salud y el medio ambiente.

La rotación de la Tierra ha originado un ciclo constante de luz/oscuridad de 24 horas, que ha influido profundamente en la evolución de los organismos, incluidos los humanos. Nos hemos adaptado a este entorno rítmico desarrollando relojes circadianos para mantener los procesos fisiológicos y de comportamiento sincronizados con este ciclo de luz/oscuridad. Nuestros relojes internos regulan el sueño, el metabolismo, la producción hormonal y otros innumerables procesos, garantizando un funcionamiento y una supervivencia óptimos.

Por "luz artificial nocturna" entendemos la exposición a la luz procedente de fuentes no naturales que se produce durante las horas oscuras. A lo largo de la mayor parte de la Historia, la luz ha procedido de las llamas del fuego, y la vida cotidiana ha girado en torno al ciclo natural de luz-oscuridad, dictado por la salida y la puesta del sol. Sin embargo, desde el uso comercial de la luz eléctrica en el siglo XIX, esta situación ha cambiado drásticamente. La cantidad de luz artificial a la que estamos expuestos por la noche ha aumentado rápidamente y ha dado lugar a una contaminación lumínica de gran alcance.

La luz artificial nocturna y sus efectos han ido adquiriendo cada vez más importancia, empezando por los descubrimientos sobre los mecanismos moleculares que controlan los ritmos circadianos realizados por Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young a principios del siglo XXI. Estos descubrimientos les valieron el Premio Nobel de Fisiología en 2017. También últimamente los medios de comunicación están dedicando cada vez más atención al tema, como pone de manifiesto un número especial de Science de 2023.

Riesgos ocultos para la salud de la luz artificial por la noche

Solemos asociar la luz artificial nocturna con una mayor seguridad o visibilidad, y considerarla como un símbolo de industrialización y de prosperidad económica. Pero ¿cómo afecta a la salud humana (y a la salud de nuestro planeta en su conjunto)? La exposición a la luz tiene consecuencias directas sobre los ritmos circadianos, que son esenciales para regular innumerables procesos biológicos. Aunque los ritmos circadianos son endógenos, se sincronizan diariamente mediante señales exógenas, de las cuales la luz es la principal señal que regula el reloj central del cerebro. De forma resumida, la forma en que la luz regula los ritmos circadianos implica un tipo de célula particular, o luz azul. La exposición a la luz, y en particular a la luz azul, desencadena una cascada en el organismo que provoca una supresión de la producción de melatonina e influye en los ritmos circadianos.

Hemos encontrado que una mayor exposición a la luz (tanto total como azul) se asocia con resultados cardiometabólicos negativos, entre ellos: hipertensión, obesidad incidente, ictus hemorrágico incidente y colesterol alto incidente (este último sólo con luz total)

Es importante estudiar cómo la luz artificial nocturna afecta la salud, ya que puede alterar los ritmos naturales del cuerpo cuando interfiere con las señales de luz y oscuridad que regulan el reloj biológico. El grupo de salud circadiana del ISGlobal ha estudiado la conexión entre la luz artificial nocturna y los resultados cardiometabólicos, dado que la evidencia previa sugería un vínculo entre la luz artificial a la que se está expuesto por la noche, la alteración circadiana y los trastornos cardiometabólicos. En nuestro análisis, examinamos la asociación entre la exposición nocturna a la luz artificial exterior, medida a partir de imágenes de satélite, y el riesgo cardiometabólico en una cohorte de población de Cataluña. En concreto, examinamos la relación entre la exposición a la luz (tanto la exposición total a la luz como específicamente al componente azul de la luz, que es el más relevante para la alteración circadiana) y la obesidad, la presión arterial, los marcadores de diabetes y los principales resultados cardiovasculares, incluyendo la angina de pecho o el infarto de miocardio. Observamos que una mayor exposición a la luz (tanto total como azul) se asociaba con resultados cardiometabólicos negativos, como hipertensión, obesidad incidente, ictus hemorrágico incidente y colesterol alto incidente (este último sólo con luz total).

Se investiga una posible relación con el cáncer

Además de las repercusiones cardiometabólicas asociadas a la luz artificial nocturna, se ha investigado ampliamente su relación con otros problemas de salud, incluido el cáncer. De hecho, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) ha señalado recientemente en sus monografías la necesidad de priorizar la evaluación de la luz artificial nocturna como posible carcinógeno en los próximos años.

Hábitos saludables para minimizar la exposición nocturna a la luz en casa

Cada uno de nosotros puede llevar a cabo pequeñas acciones para mejorar su salud circadiana, comenzando por limitar la exposición a la luz artificial durante la noche. Aunque este tema requiere un enfoque político, como la regulación de la intensidad y los tipos de fuentes de luz en exteriores nocturnos, también podemos abordarlo a nivel personal mediante medidas concretas y prácticas. La exposición a la luz artificial en interiores por la noche es muy común, y tanto niños como adultos pasamos cada vez más tiempo frente a pantallas, incluso a altas horas de la noche y justo antes de dormir. Incorporar prácticas saludables de higiene del sueño, como dormir en habitaciones oscuras, limitar el uso de pantallas en las horas previas al descanso, reducir la cantidad de luz artificial o activar filtros de luz azul al acercarse la hora de acostarse son pasos clave para empezar a mejorar. Como también establecer rutinas regulares para irse a la cama y mantener horarios de sueño consistentes.