5 medidas climáticas factibles que puedes adoptar hoy mismo en tu lugar de trabajo

Una guía para abordar el cambio climático en tu lugar de trabajo mediante acciones realizables.

Apenas han transcurrido un par de meses de 2024 y mi feed ya está repleto de historias desalentadoras sobre el clima: devastadoras inundaciones repentinas, una lista creciente de especies extinguidas y cada vez más relatos de duelo climático.

Ante esta crisis climática, se plantean muchas preguntas: ¿Cómo superar el sentimiento de impotencia? ¿Qué capacidad de acción tenemos? ¿Y qué acciones podemos emprender dentro de nuestras esferas de influencia para construir una cultura de conciencia climática? Si nos fijamos bien, las posibilidades son infinitas.

Exploremos algunos puntos de partida prácticos y factibles para reducir nuestras emisiones de carbono en el lugar de trabajo. Algunos dirán que no es suficiente, pero recuerda que las pequeñas gotas de agua hacen un gran océano.

1. Consumo consciente

A la hora de elaborar presupuestos, podemos reflexionar sobre nuestras elecciones de consumo. Los equipos que utilizamos en el lugar de trabajo, como nuestros ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes y mobiliario de oficina, vienen con su equipaje de carbono incorporado, que significa el carbono emitido por los productos durante su ciclo de vida, desde el proceso de extracción hasta la fabricación y el transporte.

Hagamos una pausa antes de hacer una compra y respondamos a las siguientes preguntas:

• Comprobación de la necesidad. ¿Realmente lo necesitamos o lo compramos porque tenemos un presupuesto asignado para ello? ¿Se puede reparar?
• Reasignación presupuestaria Si se trata de una compra impulsada por el presupuesto, ¿hay alguna forma de reorientar esos fondos hacia inversiones sostenibles?
• Evaluación del carbono incorporado. ¿Cuál es el carbono incorporado asociado a los productos y servicios que queremos comprar?
• Vendedores ecológicos. ¿Hay proveedores sostenibles de confianza a los que podamos comprar?
• Reutilización. ¿Podría un portátil o un escritorio de segunda mano satisfacer nuestras necesidades? En lugar de desechar un equipo viejo, ¿podría tener una segunda vida en otro lugar?

2. Huella de carbono digital

A medida que se digitalizan más y más puestos de trabajo, nuestro consumo de energía para el uso de tecnología digital en el trabajo ha aumentado enormemente. Aquí tienes algunas formas de optimizar tu consumo de energía:

• Gestión sostenible de la energía. Apagar nuestros dispositivos, desenchufar los cargadores al final de la jornada laboral o durante las pausas largas, y hacer un uso eficiente de los dispositivos de refrigeración y calefacción en la oficina, también puede llevarnos muy lejos con poco esfuerzo.
• Limpiar los espacios digitales. Borra regularmente los archivos obsoletos de los sistemas de almacenamiento de datos.
• Correo electrónico consciente. Los correos electrónicos son responsables de tantas emisiones de CO₂ como si hubiera siete millones más de coches. Para optimizar tus hábitos de correo electrónico, ten cuenta lo siguiente: i) omite los mensajes de agradecimiento, ii) elimina regularmente los mensajes innecesarios, iii) evita enviar archivos adjuntos y utiliza enlaces en su lugar.
• Si estamos motivados, podemos ir más allá y esforzarnos por adoptar prácticas de codificación ecológica y crear elementos visuales bien pensados que reduzcan al mínimo la necesidad de múltiples rondas de revisiones. Además, contamos con el creciente uso de la inteligencia artificial en el lugar de trabajo.

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3. Organizar actos más ecológicos

Atrás quedaron los días de gloria de las botellas de agua de plástico. No sólo tardan hasta 1.000 años en descomponerse, sino que además liberan microplásticos y nanoplásticos en el agua, que acabamos consumiendo. Si organizas un evento en tu lugar de trabajo, aquí tienes algunas alternativas para proporcionar agua a los asistentes: un dispensador de agua, jarras con vasos y botellas de agua de vidrio.

Si también buscas opciones de catering, la buena noticia es que ciudades como Barcelona ofrecen ahora varias opciones de catering sostenible. Considera dar prioridad a los platos de temporada, locales y vegetarianos para la próxima conferencia. Y si por alguna razón es necesario incluir carne en el menú, no dudes en pagar un poco más para obtenerla de forma ética.

4. Minimiza tu huella de carbono mientras viajas

Los viajes relacionados con el trabajo pueden ser inevitables en ocasiones, pero existen muchas estrategias para reducir su impacto ambiental.

• Planifica desde el principio. A menudo, las reservas de última hora de los vuelos más baratos con múltiples escalas se deben a la falta de previsión en la planificación del viaje. Dar prioridad en el presupuesto a opciones de viaje sostenibles, como el tren siempre que sea posible, y optar por vuelos directos ya tendrá un gran impacto.
• Compensaciones de carbono. Aunque no es la solución principal y hay que actuar con cautela, las compensaciones de carbono pueden ser un último recurso para compensar viajes inevitables.
• Pedalea para ir a trabajar. Ir al trabajo en bicicleta no solo es respetuoso con el medio ambiente, sino que además fomenta un estilo de vida más saludable.

5. Crear una comunidad para fomentar el compromiso y la responsabilidad de la organización

La crisis climática no puede resolverse en solitario. Aunque las decisiones individuales siempre suman, nosotros solos no podemos llegar muy lejos.

Para reducir sustancialmente las emisiones de carbono en el lugar de trabajo, es fundamental obtener el apoyo de los compañeros y de la alta dirección. Esto facilita la aplicación de políticas de contratación y viajes ecológicas, entre otras. Mejor aún si podemos convencer a nuestras organizaciones para que se comprometan públicamente a reducir las emisiones.

Además, la recopilación de datos exhaustivos sobre las emisiones en el lugar de trabajo y las acciones ecológicas nos ayudará a seguir nuestro progreso colectivo y a esforzarnos por construir un lugar de trabajo concienciado con el clima.

Lo mejor de esta conversación es que siempre podemos hacerlo mejor. Nunca es demasiado tarde para iniciar nuestra acción climática individual y colectiva en el lugar de trabajo. Y teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros ya hemos incumplido nuestros propósitos para 2024, esta lista nos brinda una segunda oportunidad para volver a la carga y luchar colectivamente contra la crisis climática.