¿Es cancerígena la gasolina de los automóviles? Lo que dice la ciencia

La IARC concluye que existen pruebas convincentes de que la exposición a la gasolina de los automóviles provoca cáncer de vejiga urinaria y leucemia mieloide aguda.

Hacía 37 años que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) no evaluaba si la gasolina de los automóviles provoca cáncer. Fue en 1988 y desde entonces se han generado numerosos nuevos estudios científicos sobre el tema. El pasado mes de febrero y marzo la IARC convocó a 20 personas expertas de 16 países para que llevaran a cabo una revisión crítica de todas las pruebas científicas actualizadas. Yo tuve el privilegio y el placer de presidir la reunión del grupo de trabajo, en la que evaluamos los estudios de acuerdo con criterios estrictos y establecidos.

Pruebas suficientes de que la gasolina causa cáncer de vejiga y leucemia

En 1988 la gasolina de los automóviles se clasificó (volumen 45) como “posiblemente cancerígena para los seres humanos” (también conocida como Grupo 2B). Este año hemos concluido que, en general, hay pruebas suficientes para afirmar que sí causa cáncer en humanos. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta del título es, efectivamente, sí, existen pruebas convincentes de que la gasolina de los automóviles provoca cáncer. En concreto, se ha hallado que la exposición a la gasolina provoca cáncer de vejiga urinaria y leucemia mieloide aguda en adultos. La clasificación oficial es la conocida como del Grupo 1, según la cual la gasolina de los automóviles es cancerígena para el ser humano. Se trata del nivel utilizado por la IARC al evaluar si un agente es cancerígeno para los seres humanos.

Fuente: IARC.

Los estudios en personas expuestas a la gasolina incluían sobre todo a las que, por su trabajo, están expuestas a la gasolina y a sus vapores, ya sea en el proceso de producción del combustible, que es una mezcla compleja, o durante su transporte y el repostaje de vehículos. Los empleados de las estaciones de servicio, por ejemplo, están expuestos a niveles más altos de gasolina que el público en general.

Uno de los principales estudios epidemiológicos para evaluar la exposición a la gasolina, que contribuyó a esta evaluación, fue realizado por investigadores que ahora trabajan en ISGlobal (antes en el IMIM durante el estudio)
 

Pruebas limitadas de que la gasolina causa otros tipos de cáncer

También se han revisado los estudios sobre otros tipos de cáncer y se ha determinado que las pruebas son limitadas. Esto significa que había algunos estudios que mostraban que la gasolina de los automóviles se asociaba a un mayor riesgo de otros tipos de cáncer, pero las pruebas no eran lo suficientemente sólidas como para llegar a una conclusión clara en este momento. Las pruebas en humanos eran limitadas para el linfoma no Hodgkin (incluida la leucemia linfocítica crónica), el mieloma múltiple, los síndromes mielodisplásicos y los cánceres de estómago y riñón. También hubo pruebas limitadas para la leucemia linfoblástica aguda en niños, incluidos los estudios de niños que viven cerca de estaciones de servicio.

La gasolina causa daños genéticos e induce estrés oxidativo e inflamación crónica

Además de evaluar los estudios de cáncer en humanos expuestos a la gasolina de los automóviles, encontramos pruebas suficientes de cáncer en animales de laboratorio (estudios con ratones y ratas) y pruebas mecanicistas sólidas en humanos expuestos. Hallamos pruebas sólidas de que la gasolina es genotóxica (causa daños genéticos), y pruebas mecanicistas convincentes en sistemas experimentales para los criterios de valoración asociados con el estrés oxidativo y la inflamación crónica.

Falta más investigación

Aunque la gasolina de los automóviles está ahora clasificada como agente del Grupo 1, se necesita mucha más investigación para conocer mejor el riesgo de cáncer que supone para los seres humanos. ¿Provoca otros cánceres, además del cáncer de vejiga urinaria y la leucemia mieloide aguda en adultos? ¿Se pueden hacer nuevos estudios a gran escala en humanos? Por descontado, es importante que toda esta investigación se realice de forma independiente, imparcial y libre de posibles conflictos de intereses.

¿Y los aditivos de la gasolina?

Además de la gasolina de los automóviles, también evaluamos si provocan cáncer los aditivos oxigenados de la gasolina, que se utilizan para mejorar el octanaje, aumentar la eficiencia de la combustión y minimizar la contaminación atmosférica. Los aditivos evaluados incluían el éter metil-terbutílico  (MTBE), el etil-tert butil éter), el alcohol tert-butílico (TBA), el  éter diisopropílico (DIPE) y el terc-amil metil éter (TAME). Las pruebas relativas a los distintos aditivos de la gasolina oxigenada eran más débiles que en el caso de la gasolina y las clasificaciones oscilaban entre el Grupo 2B (“posiblemente carcinógeno para el ser humano”) y el Grupo 3 (“no clasificable en cuanto a su carcinogenicidad para el ser humano”).

Para más información, consulta la monografía de la IARC.

La IARC es el organismo especializado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicado a la investigación y prevención del cáncer. Ha coordinado hasta la fecha 138 reuniones de evaluación de monografías sobre el cáncer en sus más de 50 años de historia. Estas evaluaciones se utilizan a menudo en políticas, directrices y recomendaciones nacionales e internacionales para minimizar los riesgos de cáncer.