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¿Cómo se cambia el mundo? El compromiso de España con la salud global

15.7.2024
Bamako, Mali. Centro de salud de Niakamoro. Miguel Lizana AECID
Foto: Miguel Lizana / AECID - Bamako, Mali

Las contribuciones de valor añadido que España puede realizar a las iniciativas de impacto en salud global y a su objetivo de equidad son una forma de cambiar el mundo.

 

[Este texto lo han escrito conjuntamente Virginia Rodríguez, responsable del Proyecto de Incidencia Política de ISGlobal, y Marta Sevillano, estudiante en prácticas del Máster en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos de la Universidad Autónoma de Madrid.]

 

Hace casi 25 años se crearon las primeras instituciones en las que se concentraron los esfuerzos globales para lograr dos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en materia de salud: reducir la mortalidad infantil a través de la vacunación de menores de 5 años; y avanzar en la lucha contra las pandemias de sida, tuberculosis y malaria. Estas instituciones fueron la Alianza Global para las Vacunas y la Inmunización (GAVI) en 2000 y el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria en 2002. Desde su creación, los programas de GAVI han vacunado a 1000 millones de niños y niñas en todo el mundo, evitando más de 17 millones de muertes con ello. Por su parte, el Fondo Mundial ha salvado la vida de 59 millones de personas frente a las tres grandes pandemias.

¿Cómo ha sido posible? Las personas se salvan con vacunas, mosquiteras tratadas con insecticidas o tratamientos antirretrovirales, pero conseguir que todo ello llegue a las poblaciones de los países con menos recursos del mundo es un desafío de otra naturaleza. Para abordarlo es imprescindible la vigencia de unas prioridades concretas en torno a las que agregar recursos económicos y liderazgo político buscando generar el mayor impacto posible en la salud de las personas.

Un imperativo ético urgente

Las prioridades concretas comunes. Vaya por delante que, a pesar de los importantísimos avances logrados en el último cuarto de siglo, el imperativo ético de la Declaración del Milenio, heredado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aún debe lograrse. Y de manera urgente. También hay que enfatizar que hacer efectivo el derecho al más alto nivel posible de salud de todas las personas es una obligación legal para todos los Estados que emana de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Una cuestión de seguridad global

Pero, además, una lección esencial de la COVID-19 es que la flagrante desigualdad en salud constituye una amenaza para la seguridad global. Reducir esta brecha es una prioridad ética, legal y de seguridad. Un elemento central para ello es contribuir al fortalecimiento de las capacidades de los sistemas de salud nacionales, algo tan esencial en la lucha contra las tres grandes pandemias, como para los programas de vacunación o para la mejor preparación posible ante una nueva pandemia o ante los efectos de la crisis climática. Sobre ello se reflexionó con motivo de la visita a España del Fondo Mundial el pasado 11 de junio en el Ateneo de Madrid en la jornada Retos en salud global: pandemias, cambio climático y políticas públicas.

Más vacunas, contra más enfermedades, más rápido

Agregación de recursos y liderazgo político a nivel global. Pocos días después, el 20 de junio, se visibilizaron ambos elementos en el Foro Global para la soberanía e innovación en vacunas: Protecting our future. Coorganizado por GAVI, Francia y la Unión Africana, se congregaron en París líderes políticos de todo el mundo ante los que se presentó el próximo desafío de proporcionar más vacunas, contra más enfermedades más rápido. Para que entre 2026 y 2030 GAVI pueda vacunar a 500 millones de niños y niñas más, salvando más de 8 millones de vidas, se necesitan 9.000 millones de dólares, una cantidad que solo se alcanzará si los principales líderes mundiales comprometen recursos económicos y liderazgo político en un contexto internacional convulso en el que se suceden las crisis globales. España, a través del director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Antón Leis, anunció un incremento de las contribuciones a GAVI de al menos un 25% respecto a las realizadas para el periodo 2021-2025.

España, comprometida con la salud global

España ha estado fuertemente implicada tanto en GAVI como en el Fondo Mundial desde su creación. En los eventos celebrados el pasado mes de junio se ha reafirmado el compromiso con ambas iniciativas y el valor del mismo en un momento clave. La cooperación española está en pleno proceso de renovación en el que la salud global y su objetivo de equidad pueden ser una de sus señas de identidad. Las contribuciones de valor añadido que España puede realizar en este ámbito y, sobre todo, el impacto de las mismas en la salud de las personas son una forma de cambiar el mundo.