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¿Es posible una cura funcional del VIH?

07.3.2013

La infección por el VIH podría curarse de dos modos diferentes: el tratamiento podría eliminar totalmente el VIH del cuerpo o podría eliminarlo casi por completo, dejando algunos virus residuales que no provocarían enfermedad. Este último caso se denomina cura funcional y un grupo de investigadores que participaban en la XX Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) ha informado de la cura funcional de una niña infectada por el VIH.

La niña nació de forma prematura y dio positivo en las pruebas de detección del VIH. Treinta horas después del parto, los clínicos del Centro Médico de la Universidad de Misisipi le administraron de forma inmediata tratamiento antirretroviral (TAR) intensivo. A los 29 días de haber comenzado el tratamiento, el virus se redujo a niveles solo detectables mediante pruebas ultrasensibles. El tratamiento se prolongó durante 18 meses, momento en el que se interrumpió el seguimiento de la niña y el TAR. Inesperadamente, cuando la niña volvió con dos años de edad y se repitieron las pruebas, únicamente mostraron cantidades indetectables o mínimas de VIH en el cuerpo.

La pregunta que inmediatamente nos viene a la cabeza es si la niña estaba realmente infectada por el VIH o si el virus simplemente pasó de madre a hija pero en realidad no se estableció en la niña. Se han reportado más casos sobre este fenómeno. El tratamiento antirretroviral, en esta ocasión, habría funcionado de un modo preventivo más que curativo. Sin embargo, según el trabajo presentado, la niña dio positivo en VIH en varios momentos y en diferentes muestras, lo cual sostiene que el virus se estableció y que la niña sí estaba infectada.

El VIH establece un reservorio de células persistentemente infectadas en las primeras fases de infección, por lo tanto, existe un interés creciente en la idea de administrar tratamiento antirretroviral intensivo en la etapa temprana para reducir el tamaño de dicho reservorio y llegar así a una cura funcional. Generalmente, los bebés son infectados en las etapas finales del embarazo o durante el parto, por lo que presentan una situación ideal para prevenir o reducir el reservorio del VIH. En cierto sentido, el caso de la niña de Misisipi ha sido un experimento imprevisto, ya que comenzó el tratamiento en la etapa temprana y se interrumpió a los 18 meses. Esto abre nuevas posibilidades para futuras investigaciones de ensayos clínicos controlados para prevenir las 1.000 infecciones por el VIH diarias que siguen afectando a niños de todo el mundo.

 

Este texto ha sido publicado de forma simultánea en la edición española del Huffington Post.