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Humildad, integración y respeto. Feliz Día del Migrante

18.12.2024
Ethel

Atender a pacientes migrantes es a la vez un reto y una oportunidad para los profesionales de Atención Primaria: una ocasión para practicar la humildad cultural y seguir aprendiendo.

 

El 18 de diciembre se celebra un día mundial dedicado a 184 millones de personas, el 2,3 % de la población mundial. Es el Día del Migrante, de las personas que viven fuera del país que los vio nacer. Los motivos que mueven a las personas a migrar son incontables, pero en el momento actual tienen una gran importancia las consecuencias del cambio climático, los conflictos bélicos y las desigualdades económicas y sociales en los distintos puntos del planeta. Todas conocemos historias en primera persona como la que nos comparte Eman, miembro del grupo grupo Migración y salud de ISGlobal. Son historias que hacen que nuestra opinión respecto a la migración se acerque a la del imaginario colectivo o se aleje.

Se habla de barrera idiomática y no de dificultad idiomática; de acompañantes y no de mediadores, de salud pública y no de salud individual, de individuos y no de comunidades

Según el último barómetro CIS, los españoles perciben la “inmigración” como el quinto problema más importante que afronta el país, por encima de la crisis económica o la calidad del empleo. El discurso de algunos partidos políticos en auge y de algunos medios de comunicación que señalan a los migrantes como usurpadores de (vivienda, empleo) y de ayudas sociales, sin ninguna base real, crean estos problemas que pasan de boca a oreja y se consolidan y convierten en motivo de preocupación infundada. La migración, lejos de ser un problema resulta, muchas veces la consecuencia de muchos problemas y la solución a otros muchos. La realidad migratoria es una oportunidad para integrar las diferentes realidades en nuestro día a día y en todos los aspectos de la vida.

Diversidad cultural: una historia personal y profesional

Como hija y pareja de migrantes me acerco a esta realidad de forma muy sensible, es una parte fundamental de mi historia personal. Como médica familiar y comunitaria que atiende cada día a pacientes que provienen de realidades culturales y sociales muy diversas lo vivo como una necesidad incesante de nuevas formaciones que me ayuden a hacer mi trabajo de la mejor forma posible y de participar en investigaciones de alta aplicabilidad que faciliten nuestra manera de trabajar.

Atender a migrantes en la Atención Primaria

Siempre se había dicho que migraban los más sanos y fuertes. Han pasado los años y han cambiado los patrones. Ahora se desplazan familias enteras, niños de muy corta edad, personas de edad avanzada con una salud más debilitada y adolescentes y jóvenes que hacen con mayor o menor fortuna el trayecto migratorio solos. A los profesionales no nos han hablado apenas en las universidades de diversidad y, si lo han hecho, ha sido nombrando alguna enfermedad infecciosa endémica en algunos países.

Se están realizando estudios cualitativos junto con la comunidad migrante para poder mejorar el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de la salud mental en este colectivo

A menudo se habla de “barreras idiomáticas” en lugar de “dificultad idiomática”; de “acompañantes” y no de “mediadores”, de “salud pública” y no de “salud individual”, de “individuos” y no de “comunidades”. Quizás aquí radiquen muchas de las claves, en los abordajes que no se ajustan a los recursos que realmente necesitamos. La realidad es que está demostrado que el acceso a la atención sanitaria es más complicado para la población migrante, y una vez se accede hay menos diagnósticos y un infratratamiento de las patologías diagnosticadas. Y si los problemas a los que nos enfrentamos son del ámbito de la salud mental el manejo aumenta mucho de complejidad. Los profesionales suelen sentirse inseguros, las personas migrantes muchas veces no se sienten comprendidas en su malestar, que no se valida y no se le da el abordaje más adecuado. Por todo ello, se están realizando estudios cualitativos junto con la comunidad migrante para poder mejorar el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de la salud mental en este colectivo. Conociendo las necesidades y mejorando las formaciones de los profesionales en el ámbito de la salud mental la integración será mucho más sencilla.

Humildad cultural y formación

Los profesionales sanitarios somos también un colectivo diverso, con sus prejuicios, sus experiencias vividas, sus conocimientos y su día a día. La humildad cultural nos permite relacionarnos con curiosidad, empatía y respeto poniendo a nuestros pacientes en el centro y construyendo con ellos una relación de confianza que sea la base de un sistema sanitario universal y justo para todos. La diversidad que nos aporta la migración, integrada en la sociedad autóctona, la dota de valores que la hacen más acogedora e inclusiva. Miremos a nuestro alrededor el 18 de diciembre y felicitémonos a todos por el Día del Migrante.