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¿Sabes que nuestros comportamientos alimentarios repercuten en la salud del planeta?

09.12.2021
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Foto: Priscilla du Preez / Unsplash

Este texto está escrito por Ujué Fresán y Guillaume Chevance, Assistant Research Professor y Jefe del Grupo de eSalud de ISGlobal.

 

El aumento de la población humana desde 1950, junto con nuestros estilos de vida que exigen recursos, están ejerciendo una presión insostenible sobre el planeta. Los seres humanos, especialmente aquellos que vivimos en países de altos ingresos, consumimos más energía y recursos de los que la tierra puede proporcionar. Si no cambiamos nuestro estilo de vida para 2050, necesitaremos al menos "dos planetas" para seguir viviendo como lo hacemos ahora.  Una de las principales causas de esta degradación ambiental es lo que comemos en nuestra vida diaria.

El sistema alimentario es el responsable del 21-37% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, utiliza cerca del 70% del agua dulce y es una fuente importante de contaminación del agua

El sistema alimentario es el responsable del 21-37% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, utiliza cerca del 70% del agua dulce y es una fuente importante de contaminación del agua. Alrededor del 40% de la tierra habitable del planeta se utiliza para cultivar alimentos o alimentar a animales de granja. Se ha estimado que el 73% de la deforestación mundial está relacionada con el sistema alimentario, y la deforestación es la principal causa de degradación del hábitat y pérdida de biodiversidad. Si continúan las tendencias actuales en el consumo de alimentos que demandan muchos recursos, junto con los aumentos proyectados en la demografía, se prevé que la presión del sistema alimentario sobre el medio ambiente aumente entre un 50% y un 90% en 2050.

 

Foto: Conscious Design / Unsplash

 

Paralelamente, y más allá de la interrelación entre los alimentos y el medio ambiente, los patrones alimentarios actuales son la principal causa de morbilidad y mortalidad en el mundo. La prevalencia de enfermedades asociadas a dietas hipercalóricas y poco saludables está aumentando, y ya hay 2 mil millones de personas adultas con sobrepeso u obesidad y un número cada vez mayor de personas diagnosticadas con diabetes tipo 2. De hecho, se ha estimado que, en todo el mundo, el 22% de las muertes y el 15% de los años de vida ajustados por calidad que se pierden se pueden atribuir a enfermedades no transmisibles con factores de riesgo relacionados con la dieta. Nuestro país no es una excepción. Casi el 14% de la población española mayor de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de personas. La situación es aún más alarmante cuando hablamos de sobrepeso: alrededor del 30-40% de los niños y niñas, y la mitad de la población adulta padece sobrepeso u obesidad. Por lo tanto, cambiar los patrones dietéticos actuales por dietas saludables sostenibles es imperativo tanto para la salud humana como para la planetaria.

Cambiar los patrones dietéticos actuales por dietas saludables sostenibles es imperativo tanto para la salud humana como para la planetaria

Las dietas saludables sostenibles se han definido como “patrones dietéticos que promueven todas las dimensiones de la salud y el bienestar de las personas, tienen baja presión e impacto ambiental, resultan accesibles, asequibles, seguros y equitativos, y son culturalmente aceptables”. Las dietas saludables sostenibles, por lo tanto, no solo tienen en cuenta la salud de las personas y el planeta, sino también las dimensiones económicas y socioculturales de la alimentación, que difieren según el contexto y la región. Sin embargo, estas dietas tienen algunas características en común. Se caracterizan por ser patrones nutricionalmente equilibrados caracterizados por:

  • Un alto consumo de verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos.
  • Un consumo bajo (si lo hay) de alimentos de origen animal como carnes (especialmente carnes rojas y procesadas), lácteos y pescado, así como de productos azucarados, salados y muy procesados.
  • Un consumo prioritario de aceites vegetales insaturados y sin refinar frente a otras grasas dietéticas.

 

Foto: Brook Lark / Unsplash

Lograr patrones dietéticos saludables sostenibles no solo requiere grandes cambios en nuestros sistemas alimentarios, sino también otras estrategias diseñadas para crear conciencia e influir en los comportamientos individuales de los consumidores. Sin embargo, lograr que las personas cambien su comportamiento es complejo y, hasta ahora, las intervenciones en el ámbito de la alimentación han mostrado efectos relativamente menores. Además, la mayoría de las intervenciones publicadas informadas en la literatura se han dirigido a ciertos grupos de alimentos, como mejorar la ingesta de verduras o reducir el consumo de carne, pero aún no se ha llevado a cabo ninguna intervención para promover una dieta saludable sostenible mediante un cambio dietético completo.

ISGlobal lanzará próximamente un nuevo proyecto titulado “Alimentación S2: por una dieta saludable y sostenible” destinado a promover una dieta saludable y sostenible a través de mensajes motivacionales y educativos, así como recetas enviadas al teléfono inteligente de los participantes

Para hacer frente a estas limitaciones, el equipo de eSalud de ISGlobal lanzará próximamente un nuevo proyecto titulado “Alimentación S2: por una dieta saludable y sostenible” destinado a promover una dieta saludable y sostenible a través de mensajes motivacionales y educativos, así como recetas enviadas al teléfono inteligente de los participantes. Nuestro proyecto también intentará, a través de evaluaciones cualitativas y cuantitativas de seis meses, comprender mejor qué impulsa tales cambios y cómo se enfrentan las dificultades para cambiar la dieta por una más saludable y sostenible. Esperamos que este proyecto piloto sea el primero de una serie de estudios destinados a ayudar a las personas a elegir mejores alimentos tanto para su salud como para el medio ambiente.