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Investigación

Las personas privadas de libertad corren un riesgo muy elevado de contraer tuberculosis, incluso años después de su puesta en libertad

Un estudio realizado en Paraguay evalúa la incidencia de la tuberculosis durante y después del encarcelamiento en una cohorte de casi 3.000 personas

16.01.2024
Foto: canva

Las personas encarceladas corren un riesgo alarmantemente alto de contraer tuberculosis (TB) y este riesgo persiste años después de su puesta en libertad, según un estudio realizado en Paraguay y liderado por la Universidad Nacional de Asunción y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa". Los resultados, publicados en The Lancet Regional Health, reclaman medidas urgentes y eficaces de control de la TB para proteger la salud de las personas encarceladas y sus comunidades.

Se sabe que las prisiones son entornos de alto riesgo para la transmisión de la tuberculosis, donde la prevalencia de esta enfermedad supera con creces la de la comunidad. "Sin embargo, existe poca información sobre cómo evoluciona el riesgo de TB a lo largo del tiempo de encarcelamiento y después de la puesta en libertad", afirma Alberto García-Basteiro, jefe del grupo de TB de ISGlobal y autor principal del estudio. Esto es importante porque las personas que se infectan con Mycobacterium tuberculosis en prisión y son puestas en libertad pueden contribuir significativamente a la transmisión de la enfermedad en la comunidad.

El estudio, dirigido por el investigador de ISGlobal Guillermo Sequera, se llevó a cabo en Paraguay, donde la incidencia de TB en 2020 era de 48 casos por 100.000 personas en la comunidad, pero superior a 3.000 casos por 100.000 personas en las prisiones. Se trata de uno de los pocos estudios que evalúan el riesgo de TB entre las personas privadas de libertad dentro de la cárcel y después de la excarcelación, y el de mayor tiempo de seguimiento.

El equipo de investigación analizó los informes de TB de casi 3.000 hombres encarcelados y excarcelados de cinco de las 18 prisiones de Paraguay. "Las prisiones seleccionadas son las más grandes y antiguas y cuentan con registros digitales con datos de alta calidad que abarcan 11 años, de 2010 a 2021", explica Sequera, primer autor del estudio. Los autores midieron los factores de riesgo asociados a la TB durante el encarcelamiento y después de la puesta en libertad, incluyendo el hacinamiento en las cárceles, el tiempo pasado en prisión o el re-encarcelamiento.

Mayor riesgo durante y después del encarcelamiento

Los resultados muestran que, de los 2.996 individuos, 451 (15%) fueron diagnosticados de TB. El 58% de estos casos se produjeron en prisión y el 42% en la comunidad tras la puesta en libertad. El riesgo de TB se duplica tras seis meses en prisión y aumenta considerablemente con cada año que se pasa dentro: de 1.335 casos por 100.000 personas/año en el primer año, a 8.455 tras ocho años. No es sorprendente que cuanto mayor es la densidad de presos por celda, mayor es el riesgo de desarrollar la enfermedad. Tras la puesta en libertad, la incidencia de la tuberculosis disminuye, pero sigue siendo 10 veces mayor que en la comunidad.

Un control eficaz de la TB en las cárceles reducirá la carga nacional

"Nuestro estudio muestra el alarmante riesgo de TB asociado al entorno carcelario en Paraguay, y cómo este riesgo persiste durante años tras el encarcelamiento", afirma Guillermo Sequera. "Se necesitan urgentemente medidas eficaces de control de TB para proteger la salud de las personas durante y después del encarcelamiento", añade. De hecho, se espera que las intervenciones exitosas de control en las prisiones (incluyendo la reducción del hacinamiento) tengan un gran impacto en la carga de TB a nivel nacional.

 

Referencia

Sequera G, Estigarribia-Sanabria G, Aguirre S, et al. Excess tuberculosis risk during and following incarceration in Paraguay: a retrospective cohort study. 2023. The Lancet Regional Health- Americas. doi: 10.1016/j.lana.2023.100668