La importancia del acceso al agua potable

Por Cristina Villanueva, investigadora de CREAL

El 22 de marzo se ha conmemorado el Día Mundial del Agua bajo el lema “Agua y desarrollo sostenible”. En la gestión y acceso al agua potable y su desarrollo sostenible hay muchas cuestiones abiertas. ¿Por qué el agua puede presentar contaminantes? ¿Es segura el agua que bebemos? ¿Cómo podemos llevar el acceso al agua corriente a la población que aún no la disfruta?

El agua potable es un bien escaso y de acceso limitado y en Europa pueden encontrarse ciertos contaminantes en bajas concentraciones debido a su uso intensivo en la agricultura, la industria y los usos cotidianos. Entre otros, podemos encontrar subproductos de la desinfección, nitrato, pesticidas, medicamentos y compuestos perfluorados. En este sentido, a pesar de la gestión integral del agua, que la trata y potabiliza, aún se pueden detectar trazas de estos contaminantes en la red de distribución. ¿Debemos preocuparnos por las concentraciones de dichos contaminantes? Estas son muy bajas y en principio no deberían ser alarmantes, si no fuese por la multitud de contaminantes a tales concentraciones, ya que no se sabe si pueden aparecer sinergias entre ellos y potenciales efectos por la exposición prolongada a las posibles combinaciones de compuestos.

El acceso al agua en países en vía de desarrollo

La situación en los países en vías de desarrollo es diferente. En este caso, la problemática sería asegurar el acceso al agua potable. Aunque en 2010 se había logrado reducir a la mitad la población sin acceso al agua potable, que era uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aún hay 2.500 millones de personas sin servicios de saneamiento.

Otro reto a cumplir es proporcionar agua y servicios de saneamiento a los suburbios que, según todas las tendencias, seguirán creciendo en las próximas décadas. Las soluciones disponibles para abastecer de agua y saneamiento a la periferia de las urbes son bastante complejas. No obstante, si no se adoptan, los municipios deberán sufragar los costes por la contaminación, las enfermedades y las pérdidas de turismo relacionados con la falta de estos servicios básicos.

En conclusión, en esta jornada de celebración debemos seguir trabajando en los nuevos retos asociados al derecho universal al acceso al agua potable y debemos reflexionar sobre el papel que tenemos como ciudadanos para favorecer un uso racional de este recurso tan necesario como escaso.