[Este es un manifiesto escrito por la Comisión de Equidad y Género de ISGlobal, en nombre de toda la institución, leído el viernes 7 de marzo ante las oficinas de Barcelona de la Calle Rosselló 132 y del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona.]
Hoy, 7 de marzo, nos reunimos en la víspera del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. De las mujeres. De todas. Trabajadoras, madres, migrantes, adolescentes, cuidadoras, niñas, amas de casa, hermanas, abuelas… todas.
Hoy, en un día de unión pero también de lucha, reivindicación y sororidad, alzamos la voz para honrar a quienes nos precedieron, a todas aquellas mujeres que, con valentía y firmeza, superaron barreras y desafíos constantes en el camino hacia la igualdad. Gracias a ellas estamos aquí ahora. Ellas conquistaron y defendieron derechos que hoy muchas ejercemos, disfrutamos y damos por sentados. Derechos que deberían ser inherentes y universales para todas las personas, pero que aún siguen sin estar garantizados para las más de 4.000 millones de mujeres que habitan este planeta.
En este contexto, es esencial reconocer los avances logrados por el movimiento feminista gracias a su coraje, fuerza e implacable determinación a lo largo del último siglo. Pero aún queda mucho camino por recorrer. Es nuestro momento de tomar el relevo: quedan derechos por conquistar y numerosos frentes abiertos por abordar.
En un día como hoy, reivindicamos la igualdad de derechos en todos los ámbitos. Porque la brecha sigue siendo abismal. En nuestro sector, solo el 32% de las posiciones científicas están ocupadas por mujeres; en los ensayos clínicos, la representación femenina es de una mujer por cada cuatro hombres; y desde la creación de los Nobel, las mujeres han sido galardonadas con menos del 7% de estos premios.
Más allá del campo científico, las mujeres seguimos enfrentando múltiples formas de discriminación, violencia, opresión y silenciamiento. El techo de cristal continúa limitando el crecimiento profesional de muchas de nosotras; la falta de acceso a la educación sigue afectando a millones de niñas en todo el mundo; y el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra salud reproductiva aún es negado en numerosos países.
Al mismo tiempo, en otros, se siguen cometiendo graves vulneraciones de nuestros derechos y se están planteando retrocesos inaceptables. El avance de ideologías ultraderechistas, populistas y reaccionarias en distintos países está impulsando discursos que socavan la igualdad de género, los derechos de las minorías y el progreso en materia de justicia social. En Estados Unidos, se han suprimido los programas federales de diversidad, equidad e inclusión, se ha erradicado la ideología de género y se ha restringido el acceso a la atención médica reproductiva. Artículos científicos sobre salud sexual, violencia de género y otras áreas críticas han sido censurados, múltiples puestos de trabajo han sido suprimidos, el uso de la terminología de género en documentos oficiales ha sido prohibido y diversas órdenes ejecutivas clave en materia de equidad han sido revocadas.
En Argentina, actualmente se persigue acabar con las políticas de género y eliminar los feminicidios del Código Penal. En Afganistán, el sonido de la voz de las mujeres ha sido prohibido. En Irak, el matrimonio infantil se ha legalizado este 2025. A nivel mundial, más de 2 millones de niñas menores de cinco años son sometidas a la mutilación genital femenina cada año y los conflictos armados continúan usando la violencia física, psicológica y sexual contra las mujeres como arma de guerra. No olvidamos a las mujeres del Congo, Siria, Haití, Ucrania, Palestina, Sudán, Arabia Saudí, Afganistán, Etiopía, Somalia, Myanmar, Irán o Yemen. Y estos son solo algunos ejemplos.
La violencia de género sigue siendo una pandemia silenciosa que atraviesa fronteras y adopta múltiples formas. Desde la discriminación y la opresión sistémica hasta el feminicidio, todas las violencias mencionadas son parte de una estructura que sigue castigando a las mujeres por el simple hecho de serlo. En España, veinte años después de la aprobación de la primera ley que protege a las mujeres frente a la violencia de género y contabiliza los feminicidios, 1,296 mujeres han sido asesinadas. A nivel mundial, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido o sufrirá algún tipo de violencia de género a lo largo de su vida, y una mujer o niña es asesinada intencionadamente cada 10 minutos.
Hoy reflexionamos sobre la necesidad de seguir resistiendo y trabajando por todas las mujeres que, con su esfuerzo y resiliencia, han contribuido y contribuyen de manera fundamental a unas comunidades más equitativas, diversas, prósperas y libres de discriminación y violencia.
Desde ISGlobal, reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad, la equidad de género y la lucha contra todas las formas de discriminación y violencia hacia las mujeres. Nos sumamos activamente a las reivindicaciones y la agenda de transformación que plantea el movimiento feminista, impulsando iniciativas que promuevan: la igualdad de las mujeres dentro de nuestra institución; la representación equitativa; la eliminación de brechas; la visibilización del trabajo de todas las mujeres en ciencia y sociedad; la incorporación de la perspectiva de género en la investigación, la formación y la salud; y el avance hacia el pleno reconocimiento, ejercicio y disfrute de los derechos de todas las mujeres del mundo.
En los tiempos que vivimos, no podemos dar nada por sentado y no daremos ni un paso atrás.
Hoy y todos los días es 8 de marzo.