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Investigación

La exposición infantil a disruptores endocrinos se asocia con firmas moleculares relevantes

Un estudio 'multiómico' realizado en dos momentos distintos sugiere que múltiples disruptores pueden afectar el sistema nervioso y el metabolismo

16.03.2023
Disruptores endocrinos infancia.jpg
Foto: Unsplash

La exposición a disruptores endocrinos en la infancia se asocia con firmas moleculares biológicamente relevantes, algunas de ellas implicadas en vías neurológicas y metabólicas, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa". Los hallazgos, publicados en Environment International, permiten vislumbrar posibles mecanismos por los que estas sustancias químicas pueden afectar a nuestra salud.

Los disruptores endocrinos (EDCs) son, como su nombre indica, sustancias químicas que pueden interferir con la acción de las hormonas. Y están en prácticamente todo lo que nos rodea: en pesticidas, plásticos, productos farmacéuticos, productos de belleza, suelos contaminados, etc. La exposición durante la infancia es especialmente preocupante porque las y los niños comen, beben y respiran más sustancias químicas por peso corporal que los adultos.

"Necesitamos comprender mejor los efectos de la exposición a disruptores sobre la salud, sobre todo en la infancia", afirma Lea Maitre, investigadora de ISGlobal. Una forma de hacerlo es identificar cambios moleculares a diferentes niveles (por ejemplo, ADN, proteínas y metabolitos) utilizando un enfoque ‘multiómico’. En este estudio, la investigadora de ISGlobal Lea Maitre y sus colegas utilizaron dicha estrategia para identificar ‘firmas’ moleculares asociadas a la exposición a EDCs. Se centraron en los disruptores no persistentes, es decir, que no se acumulan en nuestro organismo. Entre ellos se encuentran los parabenos, los ftalatos, los fenoles y los pesticidas organofosforados.

Disruptores endócrinos y firmas moleculares reproducibles

En el estudio participaron 156 niñas y niños de entre 6 y 11 años del proyecto HELIX, que agrupa cohortes de cinco países europeos (Reino Unido, Francia, España, Lituania y Grecia). Los análisis se realizaron en dos periodos de una semana cada uno, con un intervalo de unos 6 meses, durante los cuales se recogieron muestras de sangre y orina, así como datos sobre exposición y comportamiento. Se midieron 22 EDCs no persistentes en orina y se determinó el perfil multiómico en sangre (metilación del ADN, proteínas y metabolitos) y orina (metabolitos).

"Nuestro enfoque nos permite estudiar las interacciones entre las distintas capas ómicas (ADN, proteínas, metabolitos) y obtener así una imagen más clara de las posibles vías biológicas", afirma Lorenzo Fabbri, primer autor del estudio.

El análisis reveló 23 asociaciones directas entre EDC y firmas moleculares (11 para sitios de metilación del ADN, 9 para metabolitos en orina o sangre y 3 para proteínas en sangre) que eran reproducibles en ambos puntos temporales. Nueve de estas asociaciones confirman evidencia publicada anteriormente. Por ejemplo, el pesticida DEP con la serotonina, el compuesto antimicrobiano triclosán con la serotonina y la leptina, el ftalato OH-MiNP con la cinurenina (implicada en la síntesis de la serotonina), y ciertos fenoles con un sitio de metilación del ADN asociado a la obesidad. En el caso de tres de las asociaciones EDC-metabolito, existe un vínculo claro con procesos biológicos o enfermedad: la serotonina y la cinurenina intervienen en el desarrollo neuroconductual, mientras que la leptina está implicada en la obesidad y la resistencia a la insulina.

El equipo investigador señala que se necesitan más estudios prospectivos para medir mejor la exposición a estas sustancias ubicuas y entender su impacto en la salud a largo plazo.


Referencia

Fabbri L, Garlantézec R, Audouze K et al. Childhood exposure to non-persistent endocrine disrupting chemicals and multi-omic profiles: A panel study. Environ Int. 2023. https://doi.org/10.1016/j.envint.2023.107856