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La comunidad de la salud global pierde a uno de sus líderes contra la malaria

Alan Magill, director del Programa de Malaria de la Fundación Bill & Melinda Gates, tenía como objetivo "lograr un mundo libre de malaria"

21.09.2015

La comunidad de ISGlobal lamenta profundamente el fallecimiento de Alan Magill, director del Programa de Malaria de la Fundación Bill & Melinda Gates (BMGF) y, sobre todo, gran amigo y compañero en el esfuerzo común de erradicar la malaria del mundo.

Después de una brillante carrera como médico militar e investigador especializado en el desarrollo de nuevos medicamentos, Magill se unió a la BMGF hace tres años para realizar un trabajo que él mismo definía en cinco palabras: "un mundo libre de malaria", convirtiéndose en muy poco tiempo en un líder indiscutible en el difícil arte de sumar voluntades hacia el objetivo de la erradicación.

Quienes trabajamos cerca de él recordaremos su agudeza a la hora de identificar los verdaderos retos para la erradicación de la malaria y definir estrategias claras para conseguirla.  Sin negar jamás las dificultades y de la mano del mayor rigor desde el punto de vista técnico, Magill fue capaz al mismo tiempo de transmitir un enorme optimismo entre sus interlocutores, que iban desde los trabajadores de remotísimos centros de salud en los países endémicos, hasta los científicos de mayor nivel, parlamentarios de distintos países, organismos financiadores o responsables de la industria química y farmacéutica.

En ISGlobal lo recordaremos especialmente por su apoyo a nuestros proyectos más importantes relacionados con la eliminación de la malaria, incluyendo, entre muchos otros, el Programa para la Eliminación de la Malaria en el sur de Mozambique (en asociación con la Obra Social ‘la Caixa'), la Alianza Científica para la Erradicación de la Malaria (MESA), y el curso ‘La Ciencia de la Erradicación: Malaria', organizado junto con la Universidad de Harvard y el Instituto Suizo de Medicina Tropical y Salud Pública, del que Magill fue un profesor habitual.

Convencido como estaba de que trabajar por la salud global era no sólo un imperativo moral sino un elemento clave para la seguridad internacional, durante su carrera Magill se involucró también en el combate de otras enfermedades parasitarias, además de la influenza y, más recientemente, el ébola. Fue además presidente de la Asociación Americana de Higiene y Medicina Tropical.

Uno de los mayores legados de Alan Magill es su convencimiento de que la erradicación de la malaria sólo se alcanzará con el trabajo concertado de múltiples  actores. Desde ISGlobal buscaremos honrar su memoria sumando nuestros mejores esfuerzos en esta dirección.