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ISGlobal lamenta la pérdida del filántropo Pere Mir

A través de la Fundación Cellex, Pere Mir contribuyó de forma directa a la investigación en malaria vivax

13.03.2017
Foto: ICFO

El químico y empresario Pere Mir, el filántropo que ayudó a situar la ciencia catalana en la élite europea, murió el pasado viernes 10 de marzo, a los 97 años. Desde ISGlobal lamentamos la pérdida de una figura imprescindible para la investigación de nuestro país, que ha contribuido de forma directa al estudio de uno de los parásitos más olvidados de la malaria.

A través de la Fundación Cellex, creada en 2003, Pere Mir realizó importantes donaciones que ayudaron a desarrollar investigaciones de primer nivel, especialmente en el campo de la biomedicina. Así, desde su creación ha invertido mas de 120 millones de euros en instituciones médicas y científicas de nuestro país. Además, también apostó por la formación de jóvenes científicos y tecnólogos a través de un programa de becas sobre ciencia y matemáticas para alumnos de bachillerato.

En el campo de la malaria, Mir contribuyó a poner en marcha la investigación en un parásito muy olvidado hasta el momento, el Plasmodium vivax, de amplia distribución geográfica en América y Asia. Gracias a su aportación, en 2007, el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB), germen del futuro ISGlobal, pudo fichar a dos científicos expertos en dicho parásito  -Hernando del Portillo y Mª Carmen Fernández Becerra-, y de esta forma poner en marcha el primer programa de malaria vivax en el país, que investiga desde la ciencia básica hasta aspectos traslacionales.

“Pere Mir entendió que sin investigación en el parásito Plasmodium vivax, no iba a ser posible eliminar la malaria” destaca Hernando del Portillo, profesor ICREA en ISGlobal. “Pero su visión fue más allá. No apostó solo por un programa de investigación a nivel nacional, sino por un esfuerzo multicéntrico que incluía centros de Brasil, Colombia, India y Papúa Nueva Guinea. Le debemos mucho.”

A pesar de su voluntad de discreción, Pere Mir recibió importantes distinciones a lo largo de su vida. En 1993 le fue entregada la Creu de Sant Jordi en reconocimiento a su trabajo; en 2011 obtuvo el Premio Nacional de Investigación, en la categoría de mecenazgo científico; y en 2013 le fue concedida la medalla de oro del Ayuntamiento de Barcelona por su implicación en el mecenazgo en investigación física, química y biomédica.