Publicador de contenidos

Investigación, Chagas

Biomarcadores lipídicos podrían mejorar la gestión de la enfermedad de Chagas

Un estudio identifica moléculas lipídicas que distinguen a pacientes sintomáticos y asintomáticos, y que podrían utilizarse para monitorizar de cerca la respuesta al tratamiento

11.11.2024

Ciertos lípidos están alterados en las personas infectadas por el parásito T. cruzi, y vuelven a la normalidad tras el tratamiento, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”. Los hallazgos destacan el papel del metabolismo lipídico en la progresión de la enfermedad de Chagas, y sugieren que estas moléculas podrían utilizarse como biomarcadores para evaluar oportunamente la respuesta al tratamiento antiparasitario en personas con infección crónica.

La enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypanosoma cruzi, es una enfermedad tropical desatendida que afecta a unos siete millones de personas en todo el mundo. La mayoría de las infecciones pasan desapercibidas durante años, pero alrededor del 30% de las personas infectadas acaban desarrollando trastornos digestivos y cardíacos, que pueden ser fatales.

Uno de los mayores retos en la gestión de la enfermedad es la dificultad para diagnosticarla precozmente y evaluar la eficacia de los tratamientos. “La enfermedad de Chagas es tratable, pero el tratamiento es largo y se ha avanzado poco en la identificación de biomarcadores que nos indiquen si un paciente está respondiendo bien al tratamiento”, dice Julio Alonso-Padilla, investigador de ISGlobal. Actualmente, el criterio para determinar si una persona está curada es cuando los anticuerpos contra el parásito ya no son detectables en sangre. Pero este proceso de ‘seronegativización’ puede tardar hasta 30 años.

Cambios en la abundancia de lípidos

En este estudio, el equipo de investigación liderado por Alonso-Padilla analizó muestras de sangre de 28 pacientes ingresados en el Hospital Clínic de Barcelona (8 con síntomas y 20 sin ellos), antes y después del tratamiento antiparasitario con benznidazol, con el fin de detectar posibles cambios. Quince personas sanas sirvieron de control. Mediante técnicas de cromatografía líquida y espectrometría de masas, midieron un gran número de moléculas relacionadas con el metabolismo, incluidas las grasas, o lípidos.

El equipo investigador identificó tres tipos de lípidos que ayudaban a distinguir entre las personas que tenían síntomas y las que no. En concreto, dos tipos de fosfatidiletanolamina (PE) eran más abundantes en los pacientes sintomáticos, mientras que los niveles de ácido 10-hidroxidecanoico estaban reducidos. Las PE son un componente importante de la membrana celular y se ha demostrado que aumentan en pacientes con insuficiencia cardiaca y daño cardiovascular.

De manera notable, los análisis también revelaron un número de moléculas en la sangre de los pacientes tratados que volvieron a niveles similares a los de las personas sanas, incluyendo cinco tipos de esfingolípidos. Se sabe que estas moléculas modulan las respuestas inmunitarias y están implicadas en la progresión de varias enfermedades infecciosas.

Implicaciones

“Nuestros resultados refuerzan la idea de que la alteración del metabolismo lipídico desempeña un papel importante en la progresión de la enfermedad de Chagas, y que ciertos lípidos podrían utilizarse para monitorizar la progresión y la respuesta de los pacientes al tratamiento», afirma Juan Carlos Gabaldón, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio. “Los perfiles lipídicos que identificamos podrían reflejar daños en los tejidos infectados por el parásito”, añade.

Las y los autores advierten que los hallazgos deberán validarse en otras cohortes de pacientes, y que se necesita más investigación para comprender los mecanismos subyacentes. Además, la tecnología para medir estas moléculas en sangre debe simplificarse para hacerla accesible en entornos de bajos recursos, donde la enfermedad de Chagas es más prevalente.

A pesar de estos retos, las moléculas identificadas en este estudio muestran potencial como herramientas valiosas para monitorizar la progresión de la enfermedad de Chagas y evaluar la eficacia de tratamientos tanto existentes como nuevos.

Referencia

Gabaldón-Figueira JC, Ros-Lucas A, Martínez-Peinado N et al. Changes in lipid abundance are associated with disease progression and treatment response in chronic Trypanosoma cruzi infection. Parasites and Vectors. 2024. https://doi.org/10.1186/s13071-024-06548-3